El abrazo de Argentina y México
| Autor | Cristina Fernández de Kirchner |
Presidenta de la República Argentina
Envío mis más cordiales saludos a todos los mexicanos y mexicanas, para reiterarles las felicitaciones por la doble conmemoración que tuvo lugar en el mes de septiembre y noviembre de 2010: el Bicentenario del inicio de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana, hechos fundantes y constitutivos que manifiestan la hermandad y el mismo ADN con el pueblo argentino y Latinoamérica entera.
Nosotros también celebramos en el año 2010 los 200 años de nuestro primer grito libertador, el 25 de mayo, fecha en la cual millones de argentinos festejaron y compartieron las calles, expresando libre y soberanamente su patriotismo, alegría y reflexión.
Ambos Bicentenarios han sido momentos de reflexión para nuestros pueblos. Hitos que recorrieron, desde el pasado hasta el presente, para interpelarnos, para pedirnos, para exigirnos actualizar las acciones y legados de aquellos hombres y mujeres, que en los últimos 200 años abonaron con su vida, con su sangre, con su trabajo, con sus ideales, una América Latina más democrática, más unida e integrada, con libertad pero para la igualdad.
Bajo esas banderas transitamos con muchas dificultades, con muchos enfrentamientos, con muchas divisiones y con mucha distancia. Es por ello que, como siempre digo, la historia no se escribe muchas veces sobre el renglón, prolijamente y con letra clara, muchas veces la letra es torcida y hay que escribirla igual.
En estos tiempos, escribir es inscribir, en los surcos de la historia, los sueños e ideales de Martí, de Hidalgo, de Bolívar, de San Martin, de Artigas, etcétera, pero sobre todo es llevar a cabo las banderas de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social, y en ese marco la posibilidad de la realización de todos los pueblos latinoamericanos, y, cuestión no menor, el desterrar todo intento de implantarnos libretos y recetas, de otros países, de poderosos intereses foráneos.
Es imposible creer, en un mundo como el de hoy, en una independencia absoluta, pero yo hablo de razonable autonomía en el sistema de decisiones de un país a partir de creatividad, a partir de acumular crecimiento económico y que de ese crecimiento económico también participe el pueblo.
Estamos viviendo en la región una situación que yo defino como única, inédita, hemos podido encuadrar conflictos que en otro momento hubieran merecido intervenciones hasta militares, porque hemos creado organismos, como la Unasur, la...
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