Abel Hibert/ La gira por Asia
| Autor | Abel Hibert |
El pasado fin de semana, el Presidente Vicente Fox inició una gira oficial por Corea del Sur, Japón y China. Esta gira puede tener una gran relevancia para nuestra economía, debido una variedad de factores.
El principal es por la importancia de Asia en la economía mundial. El 32.3 por ciento del Producto Interno Bruto mundial se genera en esta región. En Asia se exporta el 26.1 por ciento de las exportaciones mundiales y es el asiento de dos de los principales centros financieros del mundo: Tokio y Hong Kong.
En términos de tamaño de mercado, estamos hablando de la región del mundo donde habita uno de cada dos habitantes de este planeta. En China viven mil 250 millones de personas. Sin duda cuando uno piensa en Asia inmediatamente ante nuestros ojos se presenta el mercado con mayor potencial de crecimiento en el mundo, tanto por el número de habitantes como por el crecimiento en su poder adquisitivo.
Con esos números tan impresionantes y la apertura comercial que ha experimentado nuestro país, sería lógico pensar que muchas empresas mexicanas estuvieran volcadas sobre el mercado asiático, llevando nuestros productos a la misma muralla china o al imperio del sol naciente.
Sin embargo, la apertura comercial y la globalización no han sido tan exitosas con los asiáticos. El resultado es poca presencia de productos mexicanos en Asia y una avasallante presencia de productos asiáticos en nuestra economía, al grado que muchos de nuestros sectores productivos son incapaces de competir, ya no se diga en Shangai o Seúl, sino aquí mismo dentro de nuestras fronteras.
Es impresionante observar cómo los productos asiáticos prácticamente están acabando con algunos sectores económicos como textiles, calzado, acero, juguetes, electrónica entre otros. También están ganando hasta licitaciones para obra pública como es el caso de la refinería de Pemex en Cadereyta.
En Monterrey, la industria acerera se pregunta cómo es posible que el acero asiático pueda costar, ya puesto en puerto mexicano, significativamente menos que el producido en nuestro país. Otro ejemplo es el de la ciudad de León, Guanajuato, en donde los empresarios de la industria del calzado se preguntan asombrados cómo es posible que los zapatos chinos, coreanos y hasta vietnamitas puedan venderse más baratos en las mismas tiendas que lo que les cuesta a ellos producir este producto.
En el año 2000, nuestro déficit comercial global ascendió a 8 mil 49 millones de dólares. Al desglosarlo...
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