Abandonan de por vida a los enfermos mentales
| Autor | Mario Gutiérrez |
Los que deberían ser centros de rehabilitación siquiátrica y reinserción social, hoy soportan una fuerte carga porque albergan a decenas de hombres, mujeres y niños abandonados por sus familias.
Un recorrido realizado por MURAL en el Hospital Psiquiátrico y en el UAPI permitió conocer el problema y la opinión de las autoridades encargadas de ambos centros, quienes reconocen el problema y argumentan que no existe otra alternativa más que ofrecerles atención de forma indefinida.
La situación más delicada se encuentra en la Unidad Asistencial Para Indigentes (UAPI), donde se calcula que el 40 por ciento de la población del lugar no tiene a dónde irse a vivir.
Además, el problema se agrava porque cerca del 90 por ciento de los internos padece algún problema mental, ya sea de retraso o una enfermedad siquiátrica.
"Tenemos muchos casos aquí de personas, especialmente quienes padecen síndrome de down, sabemos que tienen familia, pero no hemos podido ubicar a las familias y como sus problemas no les permiten aportar datos, entonces permanecen aquí indefinidamente", explica Raúl Campos Ruvalcaba, subdirector de la UAPI.
Las condiciones de mantenimiento son deficientes y el estado actual del inmueble de la UAPI es desolador: los jardines están descuidados, las paredes carcomidas, hay varias camas destruidas, no existen algunos vidrios en cuartos y en ciertas zonas se generan olores del drenaje.
En 1997 la Secretaría de Salud estimaba que de los 5 mil 400 enfermos mentales que estaban en hospitales del país, 2 mil 400 habían sido abandonados por sus familiares desde hace muchos años.
Los nosocomios siquiátricos no son un destino para hombres o mujeres con retraso mental, sino para aquellos que pierden sus facultades mentales con el tiempo, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 025 que regula a estos lugares.
MURAL constató que en el Hospital Psiquiátrico de Jalisco han creado un área especial para niños y adolescentes con síndrome de down o problemas de retraso mental en algún grado.
En este espacio se encuentran aproximadamente diez menores, quienes no tienen contacto con el resto de la población internada.
Sin embargo, en las estancias de hombres y mujeres conviven sin distinción quienes padecen un trastorno siquiátrico y las personas con retraso mental.
En 1998 la Comisión Estatal de Derechos Humanos pidió a la Secretaría de Salud reubicar a los pacientes del hospital que únicamente padecieran alguna discapacidad para darles una atención...
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