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Subterráneo/ El 88 y los aviones

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Vincent

Está de moda discutir la utilidad del 88. Me refiero, claro, al artículo 88 constitucional, el que obliga al Presidente a pedirle permiso al Congreso para salir del territorio nacional..

El problema es simple: ¿Vale la pena conservarlo para que el Congreso tenga ese control sobre el Presidente, o es un principio arcaico que ya no tiene sentido?. En ambos casos la respuesta es partidista. La oposición dice que por supuesto, que el Presidente debe estar sometido al Congreso y que el principio no sólo debe conservarse, sino endurecerse y multiplicarse. Los panistas alegan que la regla tenía sentido en el siglo antepasado, allá en el XIX, cuando el transporte era tan lento y tardado que un viaje al extranjero necesariamente duraba varios meses -a menos de que fuera sólo de pisa y corre, en la frontera.

Los de la oposición, y sobre todo los priístas, no tienen más argumentos a su favor que la rabia que le traen a Fox por haberles quitado la Presidencia. Los del PAN ya hicieron un descubrimiento que al parecer confirma su postura: el mismo principio, con sólo ligeras variantes, fue consagrado por la Constitución del 1857 en su artículo 84. Las circunstancias ya cambiaron, dicen: entonces había diligencias, ahora hay aviones y por eso la regla es obsoleta.

Lo curioso es que tienen razón en lo que dicen, pero no por lo que dicen.

Historias

Quien revise nuestra historia constitucional descubrirá que la prohibición de que el Jefe del Estado viaje al extranjero sin permiso del Congreso, se encuentra consagrada, sin excepción, en todos nuestros cuerpos legales. Lo mismo está en las "Bases Orgánicas" de 1842, que en las Leyes Constitucionales del 1836. Se lo encuentra tanto en la Constitución del 1824 como en la llamada Constitución de Apatzingán del 1814.

Sólo que en este último caso se presenta de tal manera que revela, con toda claridad, que la tardanza de los medios de transporte no tenía nada que ver con el principio. El Artículo 141 del decreto suscrito en Apatzingán, ordena que nadie que forme parte del Gobierno Supremo pueda "pasar ni aun una noche fuera del lugar destinado para su residencia, sin que el Congreso le conceda expresamente su permiso".

¿Cuál es el verdadero propósito de la exigencia? Digo ¿qué miedo, qué preocupación llevó a los legisladores a prohibirle viajar al Presidente sin permiso? La respuesta es mucho más antigua y nos lleva al término de la Edad Media.

Resulta que en ese entonces se daba por supuesta una...

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