Creativa mañana
| Autor | Areli Ávila |
Preparar a los niños un desayuno que les encante y que a la vez les aporte las calorías suficientes y los nutrimentos necesarios para crecer y estar sanos es mucho más que un juego de niños, es todo un reto.
La pieza clave en esta aventura es el incluir en la primera comida del día un protagonista de cada grupo de alimentos: macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales). Por eso los sandwiches, los omelettes y los lonches son tan socorridos, nada más hay que procurar hacerlos en casa para asegurar su calidad.
Los pequeños en edad escolar (de 3 a 4 a 12 años) necesitan consumir de mil 500 a mil 800 calorías repartidas durante el día, señala Cristina Moreno, nutrióloga de Asistencia Alimentaria del DIF Zapopan. Calcula que el desayuno debe aportar alrededor de un 30 por ciento de las calorías diarias, la comida un 40 y la merienda otro 30 por ciento.
"Es importante cuidar las cantidades, los niños de 10 años no va a comer igual que un adulto, aparte de que hay que prevenir que se dé un caso de sobrepeso u obesidad. La porción sería para unos chilaquiles, dos tortillas; para el huevo, una pieza, y para las quesadillas, dos piezas. Si quiere más, entonces hay que darle fruta, cereal y otros alimentos", dice Moreno.
Si de plano se le complica mucho alistar el desayuno completo y conseguir que se lo termine a tiempo para ir a la escuela, entonces puede seguir el consejo de la nutrióloga Érika Mejía, licenciada en Nutrición adscrita al Hospital Civil Nuevo de Guadalajara, quien asegura que si le da a un niño un licuado y a otro un chocomil, el niño de chocomil va a tener hambre más rápido que el niño del licuado.
"Lo que pueden hacer es un licuado con una fruta diferente cada día, o que el chocomil no sólo tenga el chocolate sino fruta, entonces ya tienen algo en el estómago y ya aguantan más, les duele menos la cabeza y se sienten menos con sueño", señala.
Alrededor de las 10:00 horas, a la hora del recreo, sugiere darle un refrigerio nutritivo que complemente el desayuno del licuado. No hay que olvidar que éste debe ser frío, pues los niños no tendrán dónde calentarlo, ya sea un sandwich, quesadillas, arroz con leche, fruta (fresas o plátanos) con crema, coctel de frutas, molletes, ensaladas de pollo o atún, entre otros.
HUEVO
El rey del desayuno para muchas mamás es, efectivamente, la mejor elección para la dieta mañanera de los niños.
La "Guía de Nutrición de la Familia", de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO, por sus siglas en inglés) lo describe como una rica fuente de proteínas, grasas y micronutrientes, especialmente de hierro (forma parte de la hemoglobina de la sangre, proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno a las células), que a diferencia de la carne se antoja más por las mañanas.
Pero ¿cuánto huevo deben consumir los niños?, la nutrióloga Cristina Moreno asegura que los niños sanos en edad escolar, de 3 ó 4 a 12 años, pueden comerlo hasta cuatro veces por semana, debido a que están en etapa de crecimiento.
Aparte del práctico huevo cocido (duro), que bien se puede comer en casa como en el recreo -solo o con limón y sal-, se pueden hacer estrellados, pochados o benedictinos, volteados, revueltos (solos o con jamón, preferentemente de pavo), servidos sobre una tortilla o pan, acompañados con una salsa y hasta en un omelette, donde se aproveche para combinar muchas verduras: ejotes, nopales, espinacas, champiñones, pimientos y jitomate con cebolla (a la mexicana).
FRUTAS Y VERDURAS
Son excelentes alimentos cuya amplísima variedad en sabor y colorido evita que el menú matutino sea aburrido, además de ser portadoras de vitaminas, minerales y fibra dietética.
"Siempre hay que incluir frutas y verduras al desayuno por separado o integradas en...
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