'El Albañal'

AutorTanilo

Comenzando la semana, en el albañal nos desayunamos con la noticia de que Emilio González Márquez anduvo muy activo promoviendo la franquicia Guggenheim con el Negro Elizondo, experto en turismo por nombramiento presidencial (¿quién extraña a Ruiz Cortínez?). Mientras tanto, es cada vez más notable el penoso abandono en que Emilio tiene a los museos que están bajo su responsabilidad. Como decía el Tata: candil en la calle, oscuridad en la casa.

No cabe duda: qué buenos negocios hacen nuestros "empresarios" a costillas del erario. Ahí tienen ustedes el caso de Aurelio López Rocha que además de haber embarcado al Ayuntamiento de Guadalajara y al Gobierno del Estado en la incierta aventura de comprar la franquicia Guggenheim, ahora embaucó al Ayuntamiento de Zapopan en otro de sus negocitos.

En el Albañal nos enteramos que en su no muy inteligente proyecto de edificio "inteligente" que lleva el desafortunado nombre de Torrena, logró que Zamorita le regalara la lateral de Mariano Otero. Y es que la transacción que anunciaron no es otra cosa que un regalo disfrazado: te vendo la lateral, pero con esa lana te compro parte del edificio que vas a construir ahí. Y, generoso que es, va copeteado: de pilón va el camellón.

Y es que de plano cada vez entendemos menos: día a día hay más carros circulando en las mismas calles, gracias a que los políticos no hacen su chamba, o sea desalentar el transporte individual y alentar el colectivo. Y ahora resulta que hasta regalamos calles (ahí tienen ustedes el caso de Mexicaltzingo en Guadalajara). Es de locos. Y además, permitimos la construcción de un engendro en una de las zonas más conflictivas de la ciudad. Nos...

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