Una para todos...

AutorClaudia Mendoza

Una dieta balanceada no sólo incluye el consumo de frutas, carnes y cereales, sino también de leche, así que la ingesta de este producto siempre resultará benéfica para la nutrición y la salud a cualquier edad.

En Estados Unidos, por ejemplo, a diferencia de México, han enfatizado la importancia de la leche con una campaña publicitaria cuyo slogan es, "You've got milk?" ("¿Tienes leche?"), para recordarles a niños y adultos que no deben olvidarse de los beneficios de ésta sin importar la marca.

La nutrióloga Patricia Rivera afirma que la leche es un alimento primordial a cualquier edad, pero principalmente durante el primer año de vida, pues aporta proteínas, carbohidratos y grasas en un equilibrio apropiado para el cuerpo humano.

"Si una persona toma leche le permitirá tener concentración, energía y, además, por ser muy rica en calcio, es una maravilla para la formación de huesos, especialmente en la infancia.

"En la adolescencia, el embarazo, la lactancia y la adultez es indispensable para los huesos y dientes, ayuda a evitar contracciones calambres y a mantener buen ritmo en la contracción del músculo del corazón".

La leche aporta también una importante cantidad de vitamina D, sustancia que ayuda en la fijación del calcio, además de cobre y magnesio, siendo este último ideal para disminuir el riesgo de depresiones y cansancio.

Sin embargo, existen cantidades recomendadas por los expertos para consumir según la edad, pues la función que cumple el alimento es diversa en las distintas etapas del crecimiento.

Durante los primeros seis meses de vida, el ser humano debe fundamentar su alimentación en la leche, materna, porque esta sustancia genera los anticuerpos que, se requieren para proteger al menor de enfermedades, amén de que ayuda al crecimiento y es la responsable de que el bebé triplique su peso en su primer año.

"En esa etapa, las proteínas de la leche ayudan a formar músculos, huesos, pelo, uñas, hormonas y anticuerpos; los carbohidratos le dan energía al cuerpo; las grasas ayudan a mantener la temperatura de éste y a formar un pequeño colchón alrededor de los órganos, además de que es fuente de vitaminas A, E y K".

A partir del segundo año de vida el consumo de leche empieza a variar y deja de ser la base de la alimentación para convertirse en complemento, con un promedio de dos vasos de leche o medio litro al día.

La misma, cantidad del lácteo se recomienda hasta los 12 años, pero al llegar a la etapa de la adolescencia el consumo...

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