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Economía de la extorsión II: participación del gobiernoLuis de la Calle

EL UNIVERSALEl alcance de la práctica de la extorsión en muchos ámbitos de la economía y la vida social no sólo tiene un alto costo, como argumentaba la entrega previa, sino que se explica por el papel de los gobiernos. Es penoso decirlo, pero sin la acción del gobierno la práctica de la extorsión sería mucho menor. Esta participación, además, profundiza el costo social y económico al mermar las posibilidades del establecimiento del estado de derecho, contaminar la labor pública, reducir el tamaño de los mercados y desvirtuar el objetivo original de las reglamentaciones.

Una parte importante del mercado de la extorsión se explica por el costo de las campañas electorales y el uso de recursos ilícitos. Muchos de los avances logrados a través del Sistema Nacional de Anticorrupción no tendrán el efecto deseado si no se logra la transformación de los procesos electorales. Hasta ahora la fórmula ha sido una carrera de gato-ratón con controles crecientes y auditorías después de cada periodo electoral para concluir que se requieren más, en lugar de buscar un proceso mucho menos costoso y más ciudadano. La única manera de disminuir la corrupción en las elecciones es reduciendo radicalmente su costo y su naturaleza litigiosa. La mejor estrategia consiste en tener procesos electorales cortos (semanas de campaña y no meses), permitir que los candidatos no tengan que renunciar a sus puestos públicos para la campaña (esto reduce el incentivo para alargarla) e instituir la segunda vuelta electoral para que las controversias se resuelvan en las urnas y no en los tribunales.

Un sistema electoral caro y el exceso de dinero en las campañas crean un fuerte incentivo para allegarse de recursos que provienen de la informalidad. Y en la informalidad, los recursos se obtienen por medio de la extorsión para uso del suelo (derecho de piso en arroyo y aceras), acceso a la electricidad, placas para vehículos, seguridad y protección y otros. De hecho, no es casualidad que el crecimiento de la informalidad haya venido acompañado del proceso de democratización y de descentralización. La informalidad es una de las principales fuentes de recursos líquidos para las campañas electorales, lo que crea un fuerte incentivo para que la clase política no sólo la tolere, sino asegure su permanencia.

Sin duda, el tipo de extorsión que tiene el efecto más nocivo en la sociedad y la economía es el secuestro. Por...

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