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Economía de la extorsión I: alto costo económico y socialLa extorsión se ha vuelto una forma aceptada de operar no circunscrita al crimen organizado. También se da por abandono de responsabilidades por los gobiernos, que son ocupadas por otros grupos que extorsionan al ciudadanoLuis de la calle

EL UNIVERSALLa extorsión se ha convertido, en México, en el principal freno de la inversión, el crecimiento y la productividad. No obstante, no ha recibido todavía la atención que merece como obstáculo al funcionamiento de la economía, ni se considera su reducción como prioritaria en las políticas públicas.

Con frecuencia se dice que México ha hecho todo lo que se ha recomendado en materia de reformas pero que, a pesar de ello, la economía crece por debajo de lo deseado y posible. La verdad es que sí se han hecho muchas reformas, varias profundas y transformadoras, pero también, en algunas ocasiones, se ha reformado a medias o no se han tocado a los grupos de interés opuestos al cambio. Es claro que el gran pendiente del país es avanzar en el ámbito del imperio de la ley y el respeto de los derechos de propiedad. No sólo, ni sobre todo, de los derechos de propiedad privada, sino de los derechos propiedad del fruto del trabajo, de la creación intelectual, y de la propiedad pública y comunal.

La principal fuente de violación de estos derechos proviene de la extorsión que se convierte en una suerte de impuesto prohibitivo, en especial para las pequeñas y medianas empresas. El costo de este ?impuesto? es elevado al hacer inviables inversiones productivas que, en ausencia de la extorsión, serían económicamente viables, al tiempo que agudiza la desigualdad ya que las empresas y grupos más favorecidos son, en los hechos, menos sujetos a la extorsión.

El costo es elevado no sólo por el impacto de la inversión no realizada, sino por los efectos dinámicos: sin las inversiones amedrentadas por la extorsión no se obtienen el avance y transferencia tecnológicos, la creatividad, economías de escala, economías de enfoque, desarrollo regional, creación de empleos formales, seguridad social y otros beneficios. Más aún, la ausencia de estos beneficios obliga al gobierno a gasto social que de otra suerte no tendría que llevar a cabo en seguridad, salud, educación, infraestructura, pero con una base gravable pequeña consecuencia de la menor inversión privada. Es decir, la industria creciente de la extorsión como círculo vicioso que entorpece el desarrollo.

Con...

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