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México D. F., a 12 de diciembre de 2014
Muchas gracias.
Muy buenos días a todos. ¿Kai, verdad?
Para nosotros es un placer poder participar en todos los espacios que impliquen la promoción de los valores cívicos, pero sobre todo contribuir a enfrentar uno de los problemas, de los grandes problemas nacionales que nuestro país atraviesa, y que hoy se conjugan de manera dramática y con expresiones que son absolutamente condenables como las que hemos desafortunadamente presenciado en las últimas semanas.
Los problemas de nuestro país son problemas estructurales, son problemas que no vamos a resolver de la noche a la mañana, la ominosa pobreza en la que vive buena parte de nuestra población, la desigualdad que ofende, la discriminación y la falta de recreación de los valores democráticos, que desafortunadamente caracterizan a una sociedad, la nuestra, desigual y discriminadora como lo han venido reflejando a lo largo de los últimos años una serie de encuestas de cultura cívica; una precaria práctica de los valores democráticos, tolerancia, inclusión, respeto; por no hablar del tema que ofende de la criminalidad y la inseguridad.
No podemos desde el INE resolver todos estos problemas, eso es una tarea a la que se tendrá que avocar la sociedad mexicana con mucha responsabilidad y que desafortunadamente creo que nos llevará un largo trecho.
Pero en el tema de la educación cívica, cuyas dolencias, cuyas afecciones, cuyas precariedades se han exhibido de manera descarnada, de manera preocupante en el reciente estudio que publicó el Instituto Nacional Electoral y que se desarrolló en la etapa final del IFE, un estudio que hemos llamado Informe País, nos revela con dramatismo que los problemas de la confianza como base fundamental de la cohesión social, cohesión que es indispensable para la recreación de la democracia, no es solamente un problema de desconfianza para con las instituciones hacia las instituciones, como ya había sido diagnosticado desde hacía tiempo.
El problema de la falta de confianza y de práctica, por ende, de los valores democráticos, es algo que anida, que existe en todas las facetas de la vida social, incluso en las más íntimas de la vida privada.
Creo que el Informe País nos revela con un dramatismo inédito la profundidad de nuestro problema de falta de práctica y de apropiación de los valores democráticos, de apropiación de los derechos sin los cuales la recreación en una democracia es imposible, y por lo tanto, nos revela que el...
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