Ahogado de la risa

Dicen que las penas con pan son buenas, pero con un champurrado y unas risas son bendiciones.

Un hombre llega a una panadería y le dice al encargado:

- Me da dos barras de pan y, si tiene huevos, dos docenas, por favor.

El panadero asiente y le entrega 24 barras de pan.

Un par de vecinos se encuentran en la puerta del edificio y al salir uno de ellos, sorprendido, le grita al otro:

- Mire, vecino, se está quemando la panadería de don Chano.

El otro, quitado de la pena, le responde:

- Después le preguntamos.

Sin entender y aún preocupado, el vecino le contesta:

- ¿Preguntarle qué?

Finaliza el otro:

- Cuánto cuesta el pan tostado.

Un panadero ambulante va pedaleando su triciclo y gritando:

- ¡Caliente el rico pan! ¡Caliente el rico pan!

Un hombre se acerca y le dice:

- A ver, déme una concha y un birote, señor.

El hombre, después de morder el birote, se queja:

- ¿Cómo? ¡Este pan está frío!

El panadero responde:

¡Pues claro! Si yo dije "caliente el rico pan".

Un viejecito rabo verde va al doctor y tristemente le confiesa:

- ¡Doctor, doctor, tengo impotencia! ¿Qué puedo hacer?

El médico le receta:

- Pues coma mucho pan.

De regreso a su casa, el anciano pasa a la panadería y le ordena a la encargada:

- ¡Panadero, póngame 50 kilos de pan!

La mujer, previsora, le dice:

- Pero se le va a poner duro.

El abuelo suelta una risita pícara y le comenta:

- Eso mero es lo que quiero.

Llega una señora cincuentona a la panadería y, mientras espera a que salgan las teleras del horno, le comenta a otra mujer para matar el tiempo:

- ¡Cómo es posible tanta...

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