FRICASÉ / Menos, todo

AutorEl Abogado del Pueblo

Los números operativos que reportó PEMEX hace unos días resultan fantasmagóricos.

Muy apropiados para la noche de brujas que se avecina: de terror, teñidos de rojo. Pura sangre derrama PEMEX.

Menos ventas, menos exportaciones, menores precios, menos producción, menos capital contable, menos pozos perforados; lo único que les subió -y no es favorable al monopolio- son el tipo de cambio, los pasivos laborales y el costo de venta.

Todo esto se suma para lograr que la pérdida que registró PEMEX de enero a septiembre de este año resulte casi un SESENTA por ciento superior a la del mismo período del año pasado.

Se ha de batallar para encontrar en el mundo a otra petrolera que le haya ido tan mal (quizás sólo PETROVEN y habrá que revisar bien eso) como a nuestro monopolio gubernamental, PEMEX.

Quienes quieren ver lo positivo en esta cascada de números rojos podrán señalar las atroces cifras como la mejor razón posible para aplaudir la reforma energética.

Una que, por lo menos en la teoría, permitirá la inversión privada en la exploración y producción petroleras.

Hay sólo una advertencia a lo anterior, una que les mencionamos en una entrega previa: si sigue bajando el precio del crudo podría hacer inviables las inversiones en, por ejemplo, la extracción de hidrocarburos por la vía de la fracturación hidráulica ("fracking") en las formaciones shale.

Técnica novedosa esta que ha convertido a los Estados Unidos -especialmente al vecino estado de Texas- en una potencia petrolera mundial, a grado tal que ya hay quienes abogan por la apertura norteamericana a las exportaciones petroleras.

Algo que desde la década de los 70 a la fecha no se había permitido, y que si se hiciese sin duda contribuiría a deprimir los precios internacionales.

En este sentido de los precios y con una franqueza que le aplaudimos, el subdirector de Tesorería de la paraestatal, Rodolfo Campos, afirmó: "Si continúa la tendencia global (de precios a la baja) los proyectos de inversión mayor podrían aplazarse".

Es lógico, a menores precios la rentabilidad de los proyectos más complicados entra en duda.

Razón adicional todo lo anterior para que el monopolio paraestatal considere algo que quizás en otras épocas le resultaría impensable: ¡REDUCIR COSTOS!

Sabido es, y reconocido, que PEMEX sufre con una carga laboral muy pesada.

Le sobran empleados, quizás tantos como unos 30 o 40 mil; tomen en cuenta que la producción petrolera va a la baja (2.4 millones de barriles diarios), pero la...

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