El monstruo del desempleo

MÉXICO, D.F., octubre 19 (EL UNIVERSAL).- A cualquiera le puede pasar. No importa qué tan capacitado o tan buen trabajador seas: la mala economía u otros factores siempre pueden jugar en contra y dejarte sin empleo.

Así que es muy probable que al menos una vez en la vida te suceda.¿Por qué? Porque la creación de empleo crece a un ritmo más lento que la fuerza de trabajo a nivel global.

En 2013, faltaron por crear en el mundo 62 millones de empleos.

En ese año 32 millones de personas buscaban trabajo, 23 millones se desalentaron y dejaron de buscar y 7 millones personas de plano optaron por no participar dentro del mercado de trabajo, de acuerdo con las cifras que maneja la Organización Internacional del Trabajo (OIT ).

El panorama no es muy alentador a nivel global, ya que si estas tendencias se sostienen, el desempleo mundial seguirá empeorando para situarse en 215 millones de personas en 2018.

En 2013, la OIT registró a 202 millones de personas en esta situación.

Así que estar preparados es lo menos que se puede hacer.¿Cómo? La recomendación repetida entre especialistas es el tener un fondo de emergencia para afrontar precisamente este tipo de imprevistos.

Pero en el momento en el que te pase, no sólo necesitarás echar mano de este dinero guardado, sino que deberás tomar otra clase de medidas para no hacerlo un evento aún más catastrófico ni financiera ni emocionalmente.

No sólo es cuestión de liquidez

Perder el trabajo no sólo se trata de quedarse sin ingresos sino que también trae todo un proceso sicológico difícil de sobrellevar y que, según estudios, se compara al duelo de una pérdida.

"La pérdida de un empleo, ya sea por destitución, despido, fusión de empresas, pensión o jubilación, produce en el ser humano diversas reacciones, las cuales son muy similares a las causadas por el fallecimiento de un ser querido, aunque pueden presentarse en menor intensidad", señala un estudio de la Fundación Piero Rafael Martínez de la Hoz, una institución que estudia el impacto de una pérdida.

Dentro de esta especie de duelo vienen varias etapas que no llegan de manera escalonada ni igual en todas las personas. El Wisconsin Job Center identifica cuatro etapas por las que atraviesa una persona que acaba de perder el empleo.

La primera es la negación. Vienen a la mente preguntas como "¿por qué a mí?"; la siguiente etapa es el enojo, el cual puede estar dirigido hacia el exterior, a la organización, inmediato superior e incluso a los familiares y...

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