Pecar de gula
| Autor | Carlos Borboa |
ENVIADO
LAS VEGAS.- Con una constelación de grandes chefs, muchos calificados con estrellas de la Guía Michelin, y una de las mayores ofertas en restaurantes especializados, La Ciudad del Pecado ha logrado convertirse, en menos de 15 años, en referencia para cualquier amante de la alta cocina.
"Las Vegas ha experimentado un cambio en los últimos años y es que, millones de visitantes ahora vienen por restaurantes, chefs y bebidas, incluso más que por el propio juego", detalla Clifford Atkinson, gerente general del Hotel Mandarin Oriental.
De acuerdo con Joseph Janik, visitante de Chicago y autoproclamado foodie, la gastronomía en Las Vegas puede resumirse en una sola palabra: 'competencia'.
"Cuando tienes a tantos grandes cocineros en una misma ciudad la competencia es muy intensa y, por lo tanto, el nivel de calidad se eleva muchísimo. El beneficio para el comensal es incomparable", explica.
Para Thomas Keller, chef del restaurante Bouchon, del Hotel Venetian, y uno de los impulsores de la nueva cocina americana, la diversidad de Las Vegas es capaz de cautivar a cualquiera.
"Esta ciudad ejemplifica a la perfección la historia de nuestro país, y del mundo, durante los últimos 30 años. Es un sitio muy dinámico y uno de los pocos que permite tener eventos que congreguen a tantos chefs de todo el mundo para convivir con los comensales; es una experiencia verdaderamente única", detalla Keller.
Para deleitar a más de 3 mil fanáticos de la gastronomía y los espirituosos, La Ciudad del Pecado reunió a más de 50 chefs, sommeliers y mixólogos de todo el orbe en la octava edición del festival Vegas Uncork'd, realizada del 8 al 11 de mayo.
A LA FRANCESA
Pierre Gagnaire, uno de los máximos exponentes de la cocina francesa contemporánea y creador de conceptos de la gastronomía molecular, fue el encargado de abrir oficialmente las actividades de Vegas Uncork'd con un menú inspirado en los sabores emblemáticos de Francia.
Terrina fría de cabeza de cerdo, foie gras con gelatina de cebollas caramelizadas, salmón con morillas y res wagyu con reducción de casís, entre otros, fueron los platillos elegidos por el cocinero.
Entre los vinos dedicados a maridar el menú destacaron el Domaine Vigneau-Chevreau Moelleux 2005, un Chenin Blanc procedente del Valle de Loira, y el Craggy Range Gimblett Gravels Vineyard Syrah 2010, un tinto especiado de Hawke's Bay, Nueva Zelandia.
EL GRAN EVENTO
Como cada año, más de 50 chefs y 100 etiquetas de vinos, espirituosos y...
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