Ahogado de la risa

AutorAhogado de la risa

Ésta es la prueba de que no siempre debemos hacerle caso a los amigos:

Dos amigos conversaban:

- Estoy preocupado, mi esposa pierde la concentración y el interés cada vez que hacemos el amor, ¡y no sé qué hacer!

- ¿Sabes que a mí me pasaba lo mismo con mi mujer? Lo que hice una vez, cuando estábamos haciendo el amor y noté que ella estaba perdiendo interés, fue que saqué mi pistola y eché un tiro al aire; del susto, la mujer se excitó de nuevo y terminamos genial. Haz la prueba: toma, te presto la pistola.

Al día siguiente, se encuentran los dos de nuevo:

- ¿Y qué pasó, cuéntame, cómo te fue con mi técnica?

Y el tipo le cuenta:

- Ni me hables de eso. Estábamos haciendo el 69 cuando vi que ella se estaba desanimando; entonces, saqué la pistola y eché el tiro al aire: del susto, mi mujer me cagó la cara y casi me arranca el pito de un mordisco. Para completar, del armario salió un negro desnudo, con las manos arriba, suplicando que no lo matara.

····

¿Qué le dijo el corazón al papel del baño?

Yo palpito..., y tú, ¡pal... culo!

····

Y si el siguiente se parece algo a la realidad, es mera coincidencia:

En el Penal del Altiplano, un malandro le pregunta a otro:

- ¿Por que estás aquí caón?

- Porque desarmé a un policía.

El otro le dice:

- Pero eso es defensa personal, caón, ¿cómo lo desarmaste?

- Bueno, primero le quité un brazo, luego el otro...

····

Está una pera en un andén del Metro Indios Verdes y ya saben que es tardadísimo; entonces llega una fresa y le pregunta:

- Disculpe, ¿hace mucho que espera?

- Sí.... desde que nací.

····

El ardiente amante llega con su amada, pero ella está en su periodo menstrual; entonces ella dice:

- Mi amor, hoy...

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