De todo corazón

Se encuera para todas

Hola, Tía Remedios, un saludo, y felicitación por su columna. Quisiera comentarle mi problema, el cual se trata de que no me puedo resistir a tener relaciones sexuales e incluso he tenido problemas con mi pareja por eso, porque ella se ha dado cuenta. Y mi duda es que si en mí es normal o de plano tengo una enfermedad. Incluso, siento que mi pareja me evita, porque antes ponía mi mano en cualquiera de sus partes íntimas y ahora la pongo y hago como que la quito por lo mismo que siento que a mi pareja ya no le gusta que la agarre o de plano le repito ¿estoy enfermo o qué me pasa? Antes, teníamos relaciones frecuentemente y ahora ya son pocas las ocasiones y la última vez fue el 15 de septiembre, ¿cómo lo ve usted?, ¿o cree que sea un pretexto de mi pareja porque quizá ya no le agrade?, ¿ahí cómo me doy cuenta de eso?... ¡Tía, ayuda! ¿qué hago? Gracias, espero la publicación me quiero quitar de dudas, a ver si me puedes contestar un viernes por favor.

Sobrinito, 18 años.

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Hoooola, querido sobrino, el problema no es que a tu pareja no le agrade el sexo, lo que no le agrada es que andes metiendo tu pene en cuanta vagina se te pone en el camino, ¿crees que tu pene es una especie de guía de la Ciudad que entregas a cuanta fulana se deja?¿Piensa si a ti te gustaría que tu pareja anduviera abriendo las piernas a cada pene que se le antoje?, ¿sí te das cuenta que no eres el único hombre con pene y que ella también podría tener ganas de conocer otros? Eso de que no te puedas resistir a tener sexo con cualquiera es un cuento que te estás contando, ni modo que me digas que tu pene te jala a ir a meterte a otra vagina, pues los genitales no tienen imán. Debes hacer conciencia y hacerte responsable de las decisiones sexuales que estás tomando, y si están metiendo ruido en tu relación, cámbialas. Simplemente revisa ¿cómo te has facilitado el encame con cualquiera? No te encueras con otra ni en los camiones, ni cuando estás trabajando, ni cuando estás ocupado. Tú has tenido sexo con otras cuando organizas la situación para ello, quedándote a solas con alguna mujer a la que le haces alguna promesa y ella te suelta la nalga. Si de la nada a una cuata llegas y le dices que le quieres meter el pene en la vagina, difícilmente conseguirías hacerlo, pero si prometes amor y organizas todo el numerito, pues más de una se apuntará. Y observa, todo es una trampa tuya que nada tiene que ver con "no me puedo resistir a tener relaciones...

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