Adicta... a la tinta

SU PRIMER tatuaje es una flor que luce en el omóplato derecho y que se realizó cuando tenía 20 años. En ese entonces, la intención de Lola Cortés era hacer rabiar a su madre.

Por supuesto logró su propósito, pues Lolina, como la actriz llama a su madre, cuyo verdadero nombre es Dolores Jiménez, le retiró la palabra por un tiempo.

Esa flor fue sólo el primero de otros 13 tatuajes que llegaron con los años a su piel.

Esto de marcar su cuerpo de manera permanente comenzó como un acto de rebeldía. Ahora, reconoce que se ha vuelto una adicción.

"Mi primer tatuaje fue a los 20 años para molestar a mi mamá... muy sutilmente pa'joderla.".

Recordar esa travesura, ahora que tiene 42 años de edad y es madre de dos hijos, le da risa, pero aclara que el trato con su mamá es otro.

En el vientre, las costillas, los brazos, la muñeca, el empeine, la espalda baja, los omóplatos y hasta en un dedo de la mano son las áreas de su cuerpo que luce tatuadas, ya sea con dibujos o con frases.

Si bien hace 22 años la flor que se pintó la hizo para llevarle la contra a su mamá, hoy tiene otro tatuaje en el brazo derecho, pero en honor a ella.

Un sol con lentes le cubre el empeine derecho, el cual corresponde a un diseño que le hizo su hijo, Mariano (de 19 años), a quien apoda...

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