Proyecto Familia / ¿Me conviene? ¿Le convengo?

Lucy Garza de Llaguno

Buscar un compañero de vida no es una elección fácil.

A veces la atracción magnética une con la irracionalidad de Cupido; a veces, la persona correcta está tan cerca que pasa desapercibida. ¿Cómo elegir?

La atracción es una fuerza poderosa, irracional e inconsciente que llama a las parejas a la unidad como imanes sin conciencia. Le da igual que las parejas se complementen en lo positivo con apertura para ayudarse mutuamente o, por el contrario, que queden enganchados por sus sombras.

Muchas elecciones se dan como una forma neurótica de decisión, como cuando una persona agresiva busca a una sumisa o una responsable a una incapacitada para asumir compromisos, en estos casos la relación funciona con intentos mutuos de dominio.

Y la pregunta llega: ¿le convengo?, ¿me conviene?

Ya no es la química de la atracción o las cualidades superficiales las que intervienen en el proceso de elección, a la fuerza de Cupido se une la razón. El amor va integrando más partes de la persona, deja de funcionar a nivel físico y emocional para integrar la razón y el espíritu.

Afirma Ortega y Gasset, filósofo español, que el tipo de persona que elegimos revela el contorno de nuestro corazón. ¿Cómo es tu corazón? ¿La convivencia con esa persona que eliges te hace mejor persona o despierta tus sombras? ¿Te aleja de tu familia, de...

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