De todo corazón

AutorLa Tía Remedios

Quiere dejar agresividad

Hola, Tía, me gusta mucho tu sección, la leo desde hace mucho tiempo. Mi gran problema es que soy agresivo y creo que estoy llevando la misma escuela que mi papá, por lo que quisiera saber si tú conoces alguna institución psicológica accesible para que me ayuden. Muchas gracias por tu ayuda.

Ricardo.

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Querido Ricardo, me gusta que te guste mi sección, gracias, y me alegro que seas un fiel lector. Te felicito por identificar que estás repitiendo el patrón de violencia que tuvo tu papá, y brinco de gusto al saber que quieres hacer algo para dejar de actuar en forma agresiva. Te aplaudo de pie, ¡clap, clap, clap! Te recomiendo que te acerques a una agrupación que se llama Movimiento de Hombres por Relaciones Equitativas y Sin Violencia. Ellos se reúnen cada lunes a las 18:00 horas en Miguel Cervantes Saavedra 4-A, (casi esquina con Tlalpan, frente a Sanborn's) entre las estaciones del Metro Xola y V. de Cortez, Col. Moderna, Del. Benito Juárez. Y el teléfono para que solicites orientación es el 9180-4168.

En pos del gordito

Hola, Tía, yo trabajo en la Central de Abasto y quisiera que me ayudaras o me dieras un consejo. Lo que pasa es que me gusta mucho mi patrón; él es un gordito chistoso, pero es de esos gorditos cachondos y no sé cómo decírselo sin que se ofenda para que no me corra del trabajo. Yo sé que tal vez a él le gusto, pero no sé si animarme o no. Muchas gracias y espero tu respuesta en METRO.

Jesús Ch.

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Querido Jesús, ¿te acuerdas de aquel juego que dice "yo soy ese quijotillo que anda en pos (detrás) de doña Blanca"? Pues parece que quieres hacer una versión moderna que diga "yo soy ese jesusillo que anda en pos de don Gordito". Acabemos rápido con tu consulta, ¿si metes el chile a donde sacas la papa, cuál crees que será la consecuencia? Voy a ayudarte con la respuesta: Que te corran. No se trata de que el gordito cachondo se ofenda o no, se trata de un principio fundamental de la convivencia laboral humana: mezclar trabajo y sexo nunca termina bien, especialmente para que él que está en el lado más débil del hilo, o sea el empleado. Así que si crees que los trabajos abundan, pues arriesga el que tienes haciéndole proposiciones indecorosas a tu jefe. Tal vez sea chicle y pegue y por un rato seas el "conse" del patrón, pero si te conviertes en una molestia para él en menos de un segundo irás a la calle. Decide qué es más importante: darle gusto a tu chile o tener dinero para llevar la papa a tu...

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