40 años Boda de cuento

AutorAlejandro Vizzuett

¿Quién diría lo que aquella boda emblemática entre la Princesa Diana y el Príncipe Carlos terminaría por significar en el mundo? Lo que debía ser un día especial, a la larga se tornó en el inicio de una larga polémica para la Familia Real, al grado de que su transmisión televisiva, una de las más vistas de la historia, se mantiene como un recordatorio de la parte más bizarra de la monarquía británica. ¿La recuerdas? Además de contarte su trascendencia, te mostramos otras bodas televisadas que sacudieron a la audiencia de una forma u otra.

UN ROMANCE ¿REAL?

Carlos y Diana se conocieron en 1977, cuando él salía con la hermana de ella, Lady Sarah.

Carlos tomó interés por Diana en 1980, cuando se dio cuenta que ella lo miraba jugar al polo, tras lo cual la invitó a pasar un fin de semana en la costa británica de Cowes, en el yate Britannia.

Se estuvieron viendo durante un año, en el cual ella conoció a la familia de él, hasta que el día anhelado llegó: el 3 de febrero de 1981 Carlos pidió a Diana su mano.

La pareja lo hizo público hasta el 24 de febrero, durante una entrevista.

El anillo de compromiso de Diana tuvo 14 diamantes solitarios que rodeaban un zafiro ovalado de 12 quilates engastado en oro blanco de 18 quilates, realizado por la firma de joyería de la realeza, Garrard.

Como festejo previo se realizó un baile de gala en el Palacio de Buckingham dos noches antes de la unión.

Para este momento, las cosas no iban bien entre Carlos y Diana, ya que ella contó tiempo después que la noche antes al festejo encontró un brazalete que su futuro marido le compró a su amante, Camila Parker, por lo cual quiso cancelar la ceremonia, aunque sus hermanas la hicieron desistir finalmente.

¡QUE SUENEN LAS CAMPANAS!

El 29 de julio de 1981, 3 mil 500 invitados fueron testigos de la unión real entre Carlos y Diana, que se llevó a cabo en Catedral de San Pablo; la pareja no eligió la Abadía de Westminster, lugar de muchas alianzas reales, porque la Catedral tenía más espacio y podían hacer una procesión por todo Londres.

El evento fue un agasajo tanto para los asistentes como para el público, ya que al menos dos millones de personas se alinearon en la ruta de la procesión de Diana hacia la iglesia, partiendo desde Clarence House.

Fueron resguardados por 4 mil policías y 2 mil 200 oficiales de la milicia.

La transmisión televisiva tuvo una audiencia global estimada de 750 millones de personas.

Y no fue una celebración barata: se estima que el costo ascendió a...

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