Extracto

NOCTURNO BELFEGOR

ANTONIO MALPICA

OCÉANO TRAVESÍA

396 PÁGINAS

"Ubica el miedo. Es lo más importante. Ubícalo".

Se incorporó en la cama, seguro de que había sido un sueño, de que la voz no había surgido realmente de la estatua de Giordano Bruno, como le había parecido.

Se asomó a la ventana. Por un momento creyó ver a Farkas en la plaza, contemplándolo, incitándolo a ir tras él.

Se frotó la cara con las manos, tratando de despertar por completo. Un ruido. Ahora estaba seguro. No había sido la voz, en sus sueños, la que lo había despertado, sino ese ruido en la sala. Se puso alerta.

-¿Alicia?

No hubo respuesta. Se le puso la carne de gallina.

De nuevo el ruido. Ahora lo pudo distinguir. Pasos apresurados.

-¡Alicia!

Sin respuesta. No pudo más. Se levantó y, lo primero que hizo, en una pierna, fue encender la luz de su habitación. El lóbrego aspecto que habían adquirido sus cosas, su escritorio, la batería, su armario, se perdió al instante.

La luz que alcanzaba a proyectarse sobre el pasillo hasta llegar al comedor lo tranquilizó.

Pero entonces... Una ráfaga a lo largo de la sala entre el árbol de Navidad y el sofá.

No la vio. La oyó.

"Está aquí dentro. Temió que se tratara de Farkas, probablemente porque, al asomarse por la ventana, algo le había hecho sentir que el monstruo estaba ahí, del otro lado de la calle, con su abrigo, su melena, la pequeña...

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