¿2024? el destino nos alcanzó en 2023

Fecha de publicación14 Diciembre 2023
Marco A. Mares

Por Marco A. Mares

Al cierre de este año 2023, el destino ya nos alcanzó.

Lo que se anticipaba que iba a ocurrir en el año 2024, el año de la sucesión presidencial, el último año del actual gobierno, ya está ocurriendo.

Se preveía que en 2024 el Jefe del Ejecutivo “metería el acelerador” para concretar lo que llama la cuarta transformación.

Y eso es justamente lo que ya está ocurriendo desde los últimos dos meses del 2023, en los que hemos visto una gran cantidad de modificaciones y cambios regulatorios, acuerdos y decretos que esencialmente buscan la conclusión de las obras icónicas gubernamentales y/ó los recursos necesarios para lograrlo.

Entre estas modificaciones y acuerdos están, la intención de crear un sistema ferroviario de pasajeros de siete rutas; la creación de la línea aérea Mexicana de Aviación; la elevación de las tarifas de los servicios del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; la megafarmacia que almacenará todos los medicamentos del mundo; la entrega creciente de aeropuertos y puertos, al Ejército y a la Marina y la constitución de consorcios de las fuerzas armadas destinados a su operación y servicios turísticos; la creación (otro experimento luego de varios intentos fallidos) del IMSS-Bienestar con el que se busca contar con un sistema de salud similar al de dinamarca y el cambio de reglas para cobrar impuestos a las aseguradoras.

El gobierno lopezobradorista llega a su último año con un paquete económico que preocupó a los analistas económicos por el elevado nivel de endeudamiento que prevé y el escaso margen de maniobra que dejará para el siguiente gobierno.

Para el próximo año 2024, el gobierno mexicano llega “sin los guardaditos” que heredó de la pasada administración y una gran cantidad de compromisos de pago de las obras sexenales, los programas sociales y la creciente necesidad de ayuda financiera gubernamental por parte de Petróleos Mexicanos.

Es cierto que el “nearshoring” es una enorme oportunidad.

Pero también es cierto que representa un enorme desafío por la cantidad de inversiones que se requieren en infraestructura, agua y energía, para atraer las inversiones.

Pero sobre todo, es un enorme reto, por el cambio en las políticas gubernamentales que se tienen que realizar.

El nearshoring es un fenómeno que beneficiará, en mayor o menor medida; es una expectativa. La falta de recursos del gobierno es una realidad. La agencia calificadora Moody´s advirtió en un análisis de perspectiva, al 2024, sobre los riesgos de mayor...

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