1930-1932
| Autor | Carlos Macías |
| Páginas | 347-380 |
VI.1930-1932
De
Fidencio
S.
Constantino,
el NiñoFidencio
1930
Señor general
de
división
Plutarco
Elías Calles
Quinta
Anzures, México, D.F.
Respetable
señor
general:
Espinazo, N. L.,
abril
7
de
1930
Antes
de
suplico
atentamente
se sirva
dispensarme
me
permita
escribirle,
ya
que
sus
ocupaciones
están siempre
empeñadas
en
asuntos
de
gran trascendencia,
pero
confiado
en
que
usted se
ha
constituido directa-
mente
en
protector
de
los desamparados y
que
nunca
permitirá mientras
usted viva se at.ente contra los desvalidos que en
gran
número
se encuentran
en
Espinazo, a quienes
no
los
ha
traído más que
la
razón lógica
de
buscar su
salud perdida y contra
un
pueblo
que
la
misma razón
ha
formado
donde
a
pesar
de
las
calumnias e intrigas se han creado intereses, y que ahora so-pre-
texto
de
desórdenes
que
no
existen ni han existido
de
los cuales
se
queja
un
simple
administrador
saliente
que
regenteaba
la
hacienda
Espinazo
propiedad
del
Banco
Hipotecario
de
Crédito
Territorial Mexicano,
que
solamente
en
el
cerebro calenturiento
de
un hombre semejante pueden existir tales motivos;
no
deseo
con
esto acusarlo
que
al fin confío
en
la providencia y
en
la rectirud
de
nueslros grandes
hombres
que
dirigen los destinos
de
la patria.
Como
verá usted
en
copia que le adjunto
oe
mi carta dirigida al
señor
Manuel
Echeverría,
en
ella expongo mis sentimientos y deseos, lo que espero
con
la
ayuda
de
Dios y los oficios
de
usted,
si
para
ello
no
tiene inconveniente llegaré a
salvar
del
bochornoso
espectáculo a
una
multirud
de
enfermos
que
son
dignos
de
mtjor
trato y
no
del
que
se propuso darle el mencionado ex-administrador
de
la hacienda Espinazo,
ya
que
puedo
justificar
que
a nadie le hacen mal y
que
sólo
los trae
aquí
un
fin
noble
pues
nunca
se
ha
presentado
el
caso
de
que
se
observe el
menor
indicio de desorden, todo lo contrario,
no
se dedican
más
que
a recibir el consuelo y servicios míos
que
creen
ellos les sirve
de
algo; y
ahora
lo
que
pretendo
es
pedir
en
nombre
del pueblo y mío propio venda el
banco
una
pequeña
porción
de
terreno
con
el cual se
pueda
proteger
la casa
que
a costas y
sacrificios
de
muchos mexicanos
ha
llegado a conslruirse
en
este lugar.
De
seguro
que
todas las personas a
que
me
he
dirigido a esa capilal harán todo
lo posible
para
obtener
de
usted
una
audiencia con el objeto de explicarle
lo
que
existe
de
verdad
o
mentira
en Espinazo,
por
ser
todas ellas
de
honorabilidad
!147
M6 ASPECTOS DE LA CULTURA
NAOONAL
mi
inquebrantable
cariño
y lealtad
para
usted
espera
esta
oportunidad
para
demostrar
que
no
he
pasado
en
vano el
doloroso
camino
de
la
experiencia.
Siempre
he
estado
pendiente
por
conducto
de
mi
estimado
amigo
Carlos,
de
todo
cuanto
a usted
atañe
y él
me
habrá
hecho
favor
de
decirle
con
cuán-
to
anhelo
deseo
que
su
respetable
esposa
recobre
la
salud
y
que
disfrute
usted
de
toda
la felicidad a
que
tiene
derecho.
Me repito una vez más
como
su agradecido y adicto subordinado
que
mucho
lo
quiere.
General
Plutarco Elías Calles
Anzures, México, D.
F.
JOSÉ
ÁLVAREZ
De
Juan
Silveti
Telegrama
San
Luis
Potosí,
S.
L
P.,
mayo
22
tÚ
1929
Sinceramente
felicito a usted por haber
acabado
en
poco
tiempo
con
hom-
bres
que
faltando
a su palabra
pisotearon
su
honor.
Con
hombres
como
usted, nuestra querida patria se colocará
en
primer lugar
entre
naciones
civi-
lizadas. Primera oportunidad harélo personalmente,
al
mismo
tiempo
entre-
garéle
encargo
de
Tapachula
encomendáronme.
Afectuosamente.
JUAN
SILVETI
VI.
1930-1932
De
Fidencio
S.
Constantino,
el
NiñoFUUncio
1930
Señor general
de
división
Plutarco
Elías Calles
Quinta
Anzures, México,
D.F.
Respetable
señor
general:
Espinar.o,
N.
L,
abril 7
de
1930
Antes
de
'todo
suplico
atentamente
se
sirva
dispensarme
me
permita
escribirle,
ya
que
sus
ocupaciones
están siempre
empeñadas
en
asuntos
de
gran trascendencia,
pero
confiado
en
que
usted se
ha
constituido directa-
mente
en
protector
de
los desamparados y
que
nunca
permitirá
mientras
usted viva se atente contra los desvalidos que en gran número se encuentran
en
Espinazo, a quienes
no
los ha traído más que la razón lógica
de
buscar su
salud
perdida
y
contra
un
pueblo
que
la misma razón
ha
formado
donde
a
pesar
de
las calumnias e intrigas se han creado intereses, y que ahora scrpre-
texto
de
desórdenes
que
no
existen ni han existido
de
los cuales
se
queja
un
simple
administrador
saliente
que
regenteaba
la
hacienda
Espinazo
propiedad
del
Banco
Hipotecario
de
Crédito
Territorial Mexicano,
que
solamente
en
el
cerebro calenturiento
de
un hombre semejante pueden existir tales motivos;
no
deseo
con
esto acusarlo
que
al
fin confio
en
la providencia y
en
la rectitud
de
nuestros
grandes
hombres
que
dirigen los destinos
de
la patria.
Como
verá usted
en
copia
que
le adjunto
ele
mi
carta
dirigida al señor Manuel
Echeverría,
en
ella
expongo
mis sentimientos y deseos, lo
que
espero
con
la
ayuda
de
Dios y
Jos
oficios
de
usted,
si
para
ello
no
tiene inconveniente llegaré a
salvar del
bochornoso
espectáculo a
una
multitud
de
enfermos
que
son
dignos
de
mejor
trato y
no
del
que
se propuso darle el mencionado ex-administrador
de
la hacienda Espinazo,
ya
que
puedo
justificar
que
a nadie le hacen mal y
que
sólo
los
trae
aquí
un
fin
noble
pues
nunca
se
ha presentado
el
caso
de
que
se
observe el
menor
indicio
de
desorden, todo lo contrario,
no
se dedican
nGis
que
a recibir el consuelo y servicios míos
que
creen
ellos les sirve
de
algo; y
ahora
lo
que
pretendo
es
pedir
en
nombre
del pueblo y
mío
propio
venda el
banco
una
pequeña
porción
de
terreno
con
el cual se
pueda
proteger la casa
que
a costas y
sacrificios
de
muchos mexicanos
ha
llegado a construirse
en
este lugar.
De
seguro
que
todas las personas a
que
me
he
dirigido a esa capital harán todo
lo posible
para
obtener
de
usted
una
audiencia con el objeto
de
explicarle
Jo
que
existe
de
verdad o
mentira
en
Espinazo,
por
ser
todas ellas
de
honorabilidad
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