Proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 76, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos., de 4 de Octubre de 2012

 IniciativasDel Sen. Arturo Zamora Jiménez, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, la que contiene proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 76, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.Se turnó a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Gobernación, de Reforma del Estado, de Estudios Legislativos, Primera y de Estudios Legislativos, Segunda.Ver Sinopsis Español:Propone modificar el artículo 76, fracción II, de la Constitución para otorgar a la Cámara de Senadores la facultad para designar al titular del Instituto Nacional de Migración de entre la terna que proponga el Ejecutivo Federal, con una votación calificada de dos terceras partes de los miembros presentes.

Sen. Arturo
Zamora Jiménez
INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO QUE REFORMA EL ARTÍCULO 76 DELA CONSTITUCIÓN POLÍTICADE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, A CARGO DEL SENADOR ARTURO ZAMORA JIMÉNEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI.El que suscribe,Arturo Zamora Jiménez, Senador de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión por el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, en ejercicio de la facultad conferida en la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y de los artículos 8, numeral 1, fracción I, 164 y 169 del Reglamento del Senado de la República, someto a consideración del pleno de la Cámara de Senadores iniciativa con proyecto de decreto por virtud del cual se reforma el artículo 76, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.Exposición de MotivosLas migraciones son un hecho natural que ocurren con base en las necesidades de las poblaciones humanas, las que se encuentran en constante movimiento en aras de satisfacer sus requerimientos de subsistencia.El Banco Mundial reconoce que la migración internacional se debe a la necesidad que tiene las personas de mejores condiciones de vida, aunque ello implique el abandono geográfico del país de origen. Los inmigrantes logran con ello incrementos salariales, los países de destino se beneficiaron del aumento en la oferta de mano de obra, y los países de origen vieron disminuir las presiones en el Sector laboral.1Nuestro país ha presentado desde sus orígenes un fenómeno migratorio complejo. Somos una nación expulsora de migrantes, principalmente hacia los Estados Unidos de América, a la vez que somos receptores de migrantes centro y sudamericanos, algunos de manera permanente y otros en tránsito hacia nuestro vecino del norte.Finalmente, contamos también con una compleja migración interna, del sur hacia el norte y del campo hacia las ciudades, fenómeno que lejos de disminuir ha crecido con los efectos de riesgo que suceden de continuo durante los trayectos de migración, que se traducen en riesgo inminente y constante a la libertad, la vida y el escaso patrimonio de aquellos que tienen la necesidad de migrar para buscar un mejor medio de vida.En el caso de la migración de México a Estados Unidos, estamos ante un fenómeno económico y humano, con todo lo que tiene de tragedia y complementariedad de beneficios y perjuicios para ambas sociedades, de mitos y prejuicios culturales. Las de estos dos países son economías que de facto funcionan de manera compenetrada y cuya oferta o demanda de empleo conoce sinergias inocultables, históricas y estructurales.2De conformidad con estimaciones del Consejo Nacional de Población, cerca de 12 millones de mexicanos residen actualmente en los Estados Unidos, de los cuáles cerca del 53 por ciento, es decir, alrededor de 7 millones, cruzan o han cruzado la frontera de manera irregular, lo que los pone en una posición de vulnerabilidad frente a las detenciones arbitrarias, vejaciones y maltratos. 3Asimismo, quedan fuera de esta cifra los migrantes de Centro y Sudamérica en tránsito hacia el norte, y cuya cantidad es difícilmente cuantificable, pero muy voluminosa como lo puede advertir cualquier persona que visite la frontera sur, sobre todo de acuerdo a los constantes reportes noticiosos en medios impresos y electrónicos que dan cuenta de las condiciones inhumanas y de alto riesgo de los migrantes que desean llegar a  la frontera de México con los Estados Unidos de Norte América.De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, cerca de 400 mil indocumentados centroamericanos cruzan cada año territorio mexicano para llegar a Estados Unidos y en el trayecto sufren, con frecuencia, vejaciones, maltratos, discriminación o abusos.Sin embargo, la cantidad de migrantes centroamericanos que ingresan a México por la frontera sur de forma ilegal disminuyó en 70 por ciento n los últimos cinco años, ello de acuerdo a cifras del propio Instituto Nacional de Migración.Mientras que en 2005 entraron al país 433,000 migrantes indocumentados, en 2010 lo hicieron 140,000. La disminución del flujo ilegal de centroamericanos a territorio mexicano, según Gobernación, se debe a factores como la crisis económica que vivió Estados Unidos en 2008 y 2009.La violencia en México, el aumento de secuestros, las desapariciones, las fosas, la colusión de funcionarios de migración, es el argumento que da la Pastoral para la Movilidad Humana de la Arquidiócesis de México.El fenómeno migratorio ha ido evolucionando con el paso de los años, y recientemente se ha vuelto mucho más complejo debido al incremento de la violencia y  la delincuencia organizada que se ha dejado sentir en todos los sectores de la sociedad.Desafortunadamente las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) en los años recientes han incurrido en una sucesión de omisiones y errores que hacen urgente la intervención del Poder Legislativo como un auténtico contrapeso respecto del Ejecutivo Federal.La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y organizaciones no gubernamentales han documentado la colusión de funcionarios del INM, de la Policía Federal y estatales en delitos en contra de migrantes, sobre todo en el secuestro y extorsión.En su Informe Especial Sobre Secuestros a Migrantes, la CNDH documentó que en un periodo de seis meses, de abril a septiembre de 2010, un total de 214 eventos de secuestro, de los cuales, según el testimonio de las víctimas y testigos de hechos, resultaron 11 mil 333 víctimas.De acuerdo con el  6° Informe de Gobierno, la Secretaría de Gobernación manifiesta haber apoyado a 1.8 millones de mexicanos que retornaron al país durante el periodo mediante el programa Paisano y el llamado  Grupo de Protección a migrantes (Grupos Beta) se brindó orientación a 216,705 migrantes, localizó a 170, brindó asistencia social a 201,424 y asistencia jurídica a 287 personas, independientemente de...

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