Las Zonas Metropolitanas de México. La situación de La Piedad-Pénjamo (ZMLPP)
| Autor | Edith Carmona Quiroz |
| Páginas | 59-76 |
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Las Zonas Metropolitanas de México
La situación de La Piedad-Pénjamo
Edith Carmona Quiroz33
Antecedentes
Al finalizar la Revolución Mexicana el nuevo gobierno tenía muchos retos, entre
ellos la restructuración política y económica del país. En la cuestión económica
se requería de la creación de condiciones para la generación de infraestructura
básica. En este sentido los gobiernos de Álvaro Obregón Salcido (1920-1924) y
de Plutarco Elías Calles (1924-1928) se enfocaron a destacar la construcción de
carreteras, sistemas de irrigación y a fortalecer el sistema bancario; con estas
medidas para finales de la década de 1920 el PIB se había quintuplicado bajo un
modelo de exportación primario.
Sin embargo, factores externos como la Gran Depresión (1929) tuvieron efectos
negativos en la pujante economía nacional:
Hubo menos demanda de productos nacionales por parte de los
mercados internacionales, principalmente de materias primas agrícolas,
petróleo y minerales.
Incrementó el desempleo
Bajaron los salarios en términos reales, y
Quebraron muchas empresas.
Las consecuencias se dejaron sentir hasta mediados de la década de 1930
cuyos indicadores principales fueron que el PIB había disminuido 0.5% y el
crecimiento poblacional fue de 1.6%, por lo que el PIB per cápita disminuyó 2.1%
respecto a 1929.
33 Maestra en Desarrollo Rural y asistente de la Dirección de Estudios Regionales de CESOP.
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En la administración de Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), se propone la
recuperación y desarrollo de la economía con un enfoque nacionalista, poniendo
en marcha la recuperación de sectores económicos estratégicos como fue la
nacionalización del petróleo y del sistema de ferrocarriles; pero además, durante
su administración se dan las principales reformas del agro mexicano, todo ello
con la finalidad de implementar el modelo económico conocido como
Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI). El objetivo principal de
dicho modelo era generar las condiciones de crecimiento económico “hacia
adentro”. Obviamente, una de las primeras acciones era disminuir en lo más
posible la injerencia de los capitales extranjeros en la economía nacional y, por
otra parte, aprovechar la vocación agropecuaria del país como un detonante
económico que permitiera la industrialización y modernización de la economía.
Una de las principales estrategias fue la creación de ejidos, en regiones con
potencial para la agricultura extensiva, con sistemas de irrigación y muy cerca de
vías de ferrocarriles para movilizar la producción, además de que esta se
enfocara a los diferentes sectores de la incipiente industria nacional y para el
comercio internacional. Con esta prospectiva se lograría la estabilidad y el
crecimiento económico suficiente para apuntalar el desarrollo industrial. Al
mismo tiempo, durante la administración de Lázaro Cárdenas se crea con capital
nacional la Comisión Federal de Electricidad, el Banco Nacional de Comercio y
se reestructura Nacional Financiera para apoyar la industria nacional.
En cuanto al “crecimiento hacia adentro”, el gobierno de la segunda mitad de la
década de 1930 del siglo pasado, apoyo al sector manufacturero, un poco para
dar respuesta al desabasto de productos que eran importados de países
desarrollados que habían participado en la Segunda Guerra Mundial, y otro poco
para crear un mercado interno (Aguilar, 2001).
Un fenómeno asociado a la aplicación de las políticas públicas comentadas con
anterioridad, fue la movilización de la población a centros de desarrollo
económico, sin importar el sector de que se tratase; como es de suponer,
impactó directamente en el crecimiento de poblaciones, en la forma en que se
dieron los asentamientos territoriales, su organización, la demanda de servicios
públicos y en los procesos de administración. Así, el surgimiento de zonas
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