Zarpazo a la soberanía

AutorLorenzo Meyer

Aprobada la reforma educativa y eliminado el problema Elba Esther Gordillo, el reloj político que marca la hora desde el retorno del PRI al gobierno señaló que era el momento de abordar dos temas importantes y en los que no hay consenso: a) la posibilidad de extender el impuesto al valor agregado (IVA), y b) la de abrir (más) la explotación de los hidrocarburos al capital privado. El tema del IVA es algo que naturalmente interesa aquí, ahora y a todos, pero lo relacionado con la explotación del petróleo y el gas pudiera llegar a verse como un tema lejano y abstracto que poco afecta e interesa al mexicano normal, inmerso como está en su lucha cotidiana por sobrevivir en una economía que provee de ingresos y de oportunidades muy mediocres a la mayoría, al punto de que 46.2% de los habitantes del país están clasificados como pobres.

En la experiencia del día a día del ciudadano común, el petróleo sólo cuenta en la medida en que los precios de la gasolina, el diesel y el gas doméstico suben, pero nada más. Esta apreciación es, desde luego, un error. El tema de la política sobre el petróleo, el gas y todo lo concerniente a los hidrocarburos es un asunto que afecta directa e indirectamente a todos, incluso a los mexicanos que aún no han nacido, pero que se verán influidos por las decisiones que hoy se tomen sobre cómo explotar la riqueza petrolera y quién y cómo se va a beneficiar de la renta proveniente de un recurso natural no renovable y estratégico.

(...) El petróleo y el gas se consideran, o debieran considerarse, no sólo como una mercancía que se extrae, procesa y comercializa según las leyes del mercado, sino también, y principalmente, como un elemento que en buena medida, y durante más de un siglo, ha determinado la relación política y económica de México con los grandes poderes, en particular con la potencia hegemónica de nuestro hemisferio y, por lo tanto, ha influido e influye en la imagen que los mexicanos tienen de su país como Estado soberano. La lucha por recuperar el dominio sobre los hidrocarburos otorgados en propiedad a empresas extranjeras durante el régimen por-firista ha sido larga, complicada y ha estado llena de altibajos. (...) Este esfuerzo político se inició en el gobierno de Francisco I. Madero, continuó a lo largo de los de Venustiano Carranza, Alvaro Obregón y Plutarco Elias Calles, y tuvo su momento cumbre durante el de Lázaro Cárdenas. Luego, con el de Miguel Alemán, vino una lucha más soterrada, pero no menos importante, por mantener el terreno ganado. Tras un periodo de relativa calma, el tema se replanteó de nuevo a partir de la decisión, muy personal y autoritaria, de José López Portillo de volver a hacer de México un exportador importante de petróleo para salvar al sistema político y económico posrevolucionario. En esta etapa, y con bastante irresponsabilidad, López Portillo petrolizó la economía, aceleró el endeudamiento externo y, finalmente, llevó a su quiebra el modelo económico desarrollado a partir de la Segunda Guerra Mundial. El trecho para que la crisis del modelo económico pasara al político fue corto y se cubrió en tres sexenios. En ese proceso de petroliza-ción, volvieron a crecer las presiones internas y externas por modificar el estatus jurídico y político de los hidrocarburos, y no han cesado desde entonces. (...)

Nacionalismo constructivo

Una vez que, en 1935, Cárdenas decidió desembarazarse de la tutela y del conservadurismo de Calles, combinó ambos elementos de su programa de gobierno: nacionalismo y obrerismo, para replantear el tema petrolero. Ya no se insistiría en discutir con las empresas la naturaleza de sus derechos de propiedad a la luz del artículo 27...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR