Ximena Peredo / Faltas a la moral

AutorXimena Peredo

Por enseñar sus senos a la afición rayada, Leah Catherine Spencer fue amonestada y multada. El cargo: faltas a la moral. Tuvieron que explicarle varias veces en qué consistía el agravio público, pues la texana no comprendía por qué tendría que pagar 500 pesos por levantar su playera cuando en la televisión mexicana aparecen imágenes mucho más impúdicas. Su desconcierto no es gratuito; la doble moral se ensaña con las guapas, pero acaricia el rostro de quienes lastiman impunemente la vida de la comunidad.

Desde Japón, recibiendo la noticia de la última matanza en Ciudad Juárez, Felipe Calderón etiquetó el hecho sin escrúpulos como un ajuste de cuentas entre grupos rivales. "Es una hipótesis que se maneja", matizó. Pero omitió hablar de las otras hipótesis: su negligencia, por ejemplo, para hilar y trenzar de nuevo un tejido social vuelto harapos. Sus palabras perforaron igual que las balas, pero éstas nos alcanzaron a todos. Igual que con doña Ernestina Rosario Ascencio, cuya autopsia presidencial reveló gastritis crónica, así también se decretó que en México los asesinados siempre serán culpables.

"Juárez se nos muere de tristeza" es el título de un texto de denuncia de la juarense Teresa Almada, maestra de los chicos cobardemente masacrados. Ciudad Juárez desaparece: más de 116 mil casas vacías (el 25 por ciento de la ciudad), más de 100 mil personas han mudado su residencia a El Paso. No hay oportunidades de empleo. Sin embargo, los informes de la Procuradora, del Gobernador, del Alcalde, van siempre en sentido contrario. Victoriosos sentencian: "¡Metas rebasadas!".

No se me ocurre el día de hoy un tema más importante que lo que ocurre con Ciudad Juárez, y no hay una falta a la moral más grave que la que cometen las autoridades frívolas que se divierten practicando el arte de la simulación. En este punto ya no se sabe qué duele más, si los hijos masacrados o el vacío de un poder moral, legítimo, confiable.

La formalizada alianza entre el PRD y el PAN es otra grave falta a la moral en el sentido más amplio de la palabra. Ya de por sí, los partidos políticos se comportaron como patanes al ordenar a sus representantes en el Congreso de la Unión que bajaran todos los presupuestos...

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