Visión Internacional/ Disonancia cognitiva

AutorTheotonio dos Santos

El Presidente Fernando Henrique Cardoso ha utilizado recientemente, en Uruguay, este concepto para referirse a una pretendida "disonancia cognitiva" entre la percepción de los mercados financieros y la realidad económica de Brasil. Desgraciadamente quien sufre de una disonancia cognitiva es el Presidente de Brasil al intentar ocultar, sinceramente o no, la gravedad de la situación financiera que su Gobierno ha impuesto a este país.

Presentemos, de inicio, un argumento definitivo. El Gobierno de Brasil paga hoy las más altas tasas de interés del mundo, bajo el argumento de que ellas reflejan las altas tasas de riesgo del país. Pues bien: si Brasil paga las más altas tasas de interés del mundo tiene que estar necesariamente entre los países de más alta tasa de riesgo del mundo, tal como lo califican, en este momento, las agencias especializadas en estas evaluaciones.

Si estas evaluaciones son absurdas, como dice el Presidente, también son absurdas las más altas tasas de interés que paga el Banco Central de Brasil. Sin embargo, cuando la oposición y gran parte de los empresarios critican las altas tasas de interés, el Gobierno y sus técnicos responden que estas tasas son un reflejo realista del mercado y ridiculizan las propuestas de la oposición de bajarlas en el próximo Gobierno.

O una cosa u otra: si se justifica el pago de las más altas tasas de interés del mundo se justifica la ubicación de Brasil entre los más altos índices de riesgo del mundo. O viceversa: si es un error situar a Brasil entre las economías de más alta tasa de riesgo del mundo hay que bajar significativamente la tasa primaria de interés que inviabiliza el crecimiento y nos conduce a un déficit fiscal gigantesco, que sólo hace aumentar nuestra tasa de riesgo.

Pero las disonancias cognitivas del Presidente van mucho más lejos. El pretende haber llevado el país a la modernidad y haber equilibrado sus finanzas e instaurado el reino de la estabilidad monetaria y del rigor fiscal en el país. Es necesario no saber nada de lo que ocurre en su país para creer en estas fábulas.

Vamos por partes:

Empecemos por la cuestión cambiaria. El Presidente FHC inició su Gobierno con una situación cambiaria extremamente positiva. Al asumir el Gobierno Brasil disponía de 32 mil millones de dólares de reservas, un superávit comercial de 16 mil millones de dólares y había ecuacionado razonablemente el pago de sus deudas externas después de una larga negociación en la cual participó el propio...

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