La violencia se debe medir por sexenio?

AutorCarlos Enrique Pacheco Coello
CargoAnálisis Estratégicos y Desarrollo sustentable, Anáhuac campus Mayab
Páginas46-47
DR. CARLOS ENRIQUE PACHECO COELLO
Análisis Estratégicos y Desarrollo sustentable
Anáhuac campus Mayab
pcoello@correo.uady.mx
Todas las mañanas escucho en la radio que se
elevan las cifras de violencia e inseguridad, y a la
autoridad en turno se le hace responsable de ello.
En este punto, cabe hacer una pregunta: ¿en realidad
esto se debe solo al factor gobierno o es multifac-
torial? Desde luego, esto se debe a diversos ele-
mentos: las políticas de combate a la corrupción, la
corrupción desmedida de ejecutivos de grandes em-
presas, por ejemplo, los Pandora Papers (en colusión
con funcionarios del gobierno), la banca usurera, las
pandillas juveniles, etcétera.
En el artículo “La delincuencia juvenil: fenómeno
de la sociedad actual”, de Rene Alejandro Jiménez
Ornelas, publicado por la Universidad Nacional
Autónoma de México, se nos dice que: “La violen-
cia no es producida aleatoriamente, sino que par-
te de una cultura de conflictos familiares, sociales,
económicos y políticos, y en general, del sistema
globalizado que a su vez permea las diferentes
formas de vida en la sociedad, donde los estilos
de vida de los jóvenes son catalogados como for-
mas de delincuencia”.
Por otro lado, los egresados de las universidades
públicas y privadas, al concluir sus estudios, sienten
la ilusión del surgimiento de grandes oportunidades
de crecer y que las empresas les pagarán bien y de
inmediato podrán tener ya una vida como les ofrece
considera al ser humano como una célula de consu-
mo sin existir una necesidad real al ser producto de
campañas subliminales que incitan a comprar sin ra-
zón lógica; lo único que pretenden es formar parte de
una elite, en el sentido de ser reconocidos por la alta
sociedad.
Sin embargo, muchas veces la gente solo puede
aspirar a emplearse en una economía informal. Se
sabe del aumento del ambulantaje, los suicidios, la
delincuencia (cárteles de la droga), la venta de pro-
tección a los comercios, etc., y responsabilizan al
gobierno, lo cual puede ser, cierto en alguna medi-
da, pero me parece que tanto la globalización tóxica,
como los medios han contribuido a su incremento.
Las cadenas de medios hablan con comparativos
en porcentajes y puntos porcentuales de la forma
de actuar de las autoridades. Sin embargo, los me-
didos no tienen el suciente conocimiento, pues no
es lo mismo hablar de un porcentaje, que de puntos
porcentuales. Además, solo manejan cifras macro-
económicas, en lugar de aterrizar en la microecono-
mía, que demuestra que la mayoría de la población
tiene muchas carencias.
La situación de extrema pobreza de grandes núcleos
de población de los países de América Latina, inclui-
do México, muestran una falla estructural en las di-
ferencias de ingresos en los diversos estratos para
la inserción formal en la economía; sin embargo, me
parece que una estrategia lógica sería dejar que los
trabajadores informales laboren y apoyarlos para que
vayan creciendo y emigren a la economía formal.
Otro problema por resolver son los migrantes; aun-
que es un mal necesario para apoyar a la familia con
sus remesas, representa un factor en contra de la
unión familiar, pues es origen de la desintegración fa-
miliar y del consumo de drogas de los jóvenes, al te-
ner que emplearse como obreros de la construcción,
abandonar el campo y depender de la producción
agrícola extranjera.
La población de las comunidades ha perdido en su
economía local al construirse carreteras para trans-
portar productos a otros lugares, pues el turismo ya
no pasa por esos poblados; en consecuencia, los ho-
teles, restaurantes y pequeña tiendas solo son para el
consumo de los pobladores locales; en pocas pala-
bras se ha visto afectada la economía de los poblados.
Por lo anterior, la autoridad debería dejar de perseguir
a los trabajadores informales e invertir los recursos
presupuestarios para los que menos tienen y poco a
poco, conforme van resolviendo sus problemas, in-
sertarlos en la economía formal, con contribuciones a
los gastos del país en un nivel ascendente hasta lograr
que obtengan recursos monetarios para subsistir.
¿La violencia se
debe medir por
sexenio?
la publicidad, llena de lujos como los artistas y las
modelos, con autos caros, vestidos extravagantes,
etc.; sin embargo, se enfrentan con la realidad: pa-
saron muchas años estudiando, trabajando en equi-
po, investigando y desvelándose, pero las empresas
que llegan a contratarlos les pagan poco, por lo cual
se ven obligados a emigrar a otros lugares, para ha-
cer realidad sus sueños.
Pero esto no solo ocurre con los jóvenes, sino tam-
bién con la gente adulta. Actualmente, llevo a cabo
una investigación sobre el fenómeno de los Sugar
Daddies y las Mommas que piden dinero a cambio
de realizar actos inmorales; si bien esto no es nue-
vo sí se ha agudizado por los problemas econó-
micos originados por la pandemia y la cultura que
les han inculcado los medios. Solo hay que ver los
anuncios que transmite la televisión los domingos
al mediodía donde se muestra el modo de vida de
otros países, lo que ha influido en que tanto hom-
bres como mujeres vivan una vida de promiscuidad,
divorcios, unión libre (que tampoco es algo nuevo),
pero se ha incrementado debido a los cambios de
cultura donde interviene, de manera negativa, la
globalización.
Los seres humanos nos encontramos en un proceso
de economía global que está fomentando una excesi-
vo egoísmo en la sociedad, que ha solapado la cultura
del individualismo y un consumismo exacerbado, que
Esta estrategia ayudaría a tener que gastar menos en
las familias pobres y con pobreza extrema para invertir
en educación, salud, seguridad y no recortar el ujo de
ingresos que afecta al país con enfoque estratégico,
y no táctico solo al cambiar la forma de pensar a cada
momento.
En la actualidad, siguen las manos extendidas de los ciu-
dadanos olvidados del campo. Urge una solución inme-
diata e inteligente para que el campo produzca de nuevo.
En una ocasión, un amigo que trabajaba en una com-
pañía tabacalera me dijo: “¿sabes que acabamos de
descubrir que del henequén se puede hacer un ltro de
cigarro que evita el cáncer?” A lo que le contesté: “Lás-
tima que ya no hay henequén”. Se perdió por una mala
decisión. Antes, viajando al puerto, se veían preciosos
plantíos del oro verde de Yucatán, pero ahora está lle-
no de comercios y hoteles, y el henequén se trae de
otros países. Esto mismo sucede con otros productos
del campo; por ejemplo, se sabe cómo en las mieleras
de los campesinos, los grandes capitalistas piratas las
compran a precios irrisorios obteniendo grandes ga-
nancias sin contribuir al gasto público.
En un estudio que próximamente publicaré, se expo-
ne que el problema de la corrupción, de la delincuen-
cia juvenil y de la de cuello blanco se debe a factores
multifactoriales; por ejemplo, el “callejón sin salida”
de autoridades coludidas con empresarios ávidos
de riqueza fácil, un sistema nanciero que, a pesar de
que el Banco Central ha bajado sus tasas de interés
continua cobrando altas tasas impagables por el uso
de tarjetas de crédito y, con demasiada frecuencia,
ofreciendo tarjetas a personas que no tienen un tra-
bajo estable y cuando dejan de pagar las acosan con
llamadas originándoles depresión que las llevan a ro-
bar, asaltar, violar y al suicidio.
Parece que la idea de todos las autoridades es dejar
pasar, dejar de invertir en el campo como actividad
primaria que mueva a la industria secundaria, a la ter-
ciaria y a la cuaternaria. Se ha descuidado el mercado
interno y se ha preferido la exportación, a pesar de
que el contexto a escala global está muy volátil.
Conclusión
A la pregunta de que, si la violencia se debe medir por
sexenios, la respuesta es no. Por otro lado, es impor-
tante manifestar que, a los comentaristas de los me-
dios, les falta conocimiento de la realidad; además,
no deben manejar datos tanto a escala macro como
microeconómicos y no confundir porcentajes con
puntos porcentuales. Esto solo los hace aparecer
como alarmistas y vendedores de terror sin ofrecer
solución a los problemas económicos estructurales
del país.
MISCELÁNEO
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CONTADURÍA PÚBLICA
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