El vikingo del cruce
| Autor | Ismael López |
Es considerado uno de los mejores extremos izquierdos de la historia del futbol mundial y el mejor jugador de España del Siglo 20. Esta carta de presentación pertenece a Francisco Gento López, el futbolista más laureado que nunca ha pisado una cancha.
Gento se convirtió en el único futbolista que ha conquistado seis Copas de Clubes Campeones de Europa. Algo que nadie más ha alcanzado, ni alcanzará.
El comienzo de la historia
Originario de Guarnizo, una pequeña ciudad de la región cantábrica, donde nació el 21 de octubre de 1933. Hijo de un chofer que manejaba un camión que transportaba yeso, Gento vivió una infancia como la de cualquier otro niño de su pueblo en los años 40. Cuidó vacas y estudió en una modesta escuela donde apenas había un libro que debían compartir 20 alumnos.
Desde pequeño mostró sus dotes de deportista. Incluso, siendo aún un jovencito inquieto llegó a practicar el atletismo, que fue donde salió a relucir esa gran velocidad. Por esta condición que lo distinguiría posteriormente en su carrera futbolística y por su procedencia acabarían bautizándolo como "La Galerna del Cantábrico", un sobrenombre que lo ha seguido toda su vida.
Aunque su gran velocidad le auguraba un futuro muy prometedor en el atletismo, pues con el equipo del Frente Juvenil de Guernica se convirtió en todo un suceso, no se mantuvo en esa disciplina, pues conoció el futbol y ya no lo dejó más.
Rápido se enroló con clubes modestos de su pueblo, como el juvenil Astillero y el Nuevo Montaña, antes de enrolarse al Rayo Cantabria , filial del Racing de Santander, club al que pasó a fines 1953, cuando le restaban 10 jornadas a la temporada 52-53.
Con el Racing sólo alcanzó a jugar ocho partidos, pues en uno de ellos le tocó enfrentar al Real Madrid en Chamartín, donde Gento reventó a su marcador, llamando la atención y el interés de los descubridores de talento del equipo blanco, tanto así que al día siguiente, Santiago Bernabeu, el legendario presidente del Real Madrid, apareció personalmente para lanzar una propuesta, a fin de llevarse al joven puntero izquierdo a la capital.
De esa manera, a las pocas semanas era incorporado a las filas del Real, aunque para obtener esa "joya" la dirigencia merengue tuvo que pagar una fuerte cantidad de dinero que para la época es exorbitante, 1 millón 250 mil pesetas, que equivalía a cerca de 1 millón de dólares. Así cambió la historia de Gento y del club blanco.
Su debut en Primera División lo hizo a los pocos meses, el...
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