La vieja normalidad de la región triqui de Oaxaca

JUXTLAHUACA, Oax., octubre 30 (EL UNIVERSAL).- La única forma de aprendizaje para los estudiantes de las comunidades Unión de los Ángeles, Yutusaní y Llano de Pasto, en la región triqui, es con maestros y clases presenciales. Pero sin vías de comunicación y sin electricidad, parece algo imposible.

La carretera para llegar a estas tres comunidades desde Santiago Juxtlahuaca, la cabecera municipal, está construida a medias; el resto del camino hay que hacerlo a pie.

Para llegar, durante dos horas hay que recorrer en vehículo una carretera de terracería con tramos en riesgo de deslaves, a causa de las lluvias.

Al llegar al punto del "estacionamiento", los vehículos se dejan y hay que continuar el traslado otras dos horas a pie sobre una pendiente; después, cruzar un río y varios arroyos para encontrarse con un camino lleno de vegetación y rodeado de platanares. Al final está la escuela comunitaria indígena José María Pino Suárez, en la comunidad de Unión de los Ángeles.

A esta escuela acuden cerca de 100 estudiantes; al menos 20 de ellos vienen de otras dos comunidades, que se encuentran aún más retiradas: Yutusaní, a media hora de distancia, y Llano de Pasto, a dos horas de camino.

Debido a estas condiciones es imposible que las clases puedan llevarse a cabo de manera virtual, ya que si no existe una carretera, menos una red eléctrica que permita conectarse a internet, explican los profesores y las autoridades de Unión de los Ángeles.

Las carencias en las comunidades, en lo que respecta a los estudiantes, van más allá de los uniformes o la falta de calzado. La distancia entre una comunidad y otra es de dos horas a pie; hay alumnos que apenas tienen seis años y que deben hacer ese traslado todos los días. Por ahora, acuden a las aulas tres días cada dos semanas.

En Llano de Pasto hay niños que no acuden al preescolar porque no aguantarían levantarse temprano sin almorzar y luego caminar cuatro horas diarias. Algunos padres de familia no envían a sus hijos por su seguridad, explica la maestra interina Candelaria de Jesús Ramírez.

Candelaria es de Llano de Pasto y hace el mismo recorrido que los pequeños. Atiende al grupo de primer y segundo grado de la primaria José María Pino Suárez. Detalla que es difícil la enseñanza para los niños, porque son dos grupos de distintos grados, además de que ella carece de la formación en docencia necesaria; sin embargo, hace lo posible para llevar a cabo sus actividades.

Candelaria dice que una de las...

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