Un Año de vida pública
| Autor | Luis Alegre |
Mural/ México
Un año después de ser presentada públicamente, la Policía Federal Preventiva (PFP) tiene resultados concretos que ofrecer y problemas reales que enfrentar.
Hace 12 meses sus mandos prometieron combatir el tráfico de indocumentados y de armas, abatir los robos en carreteras y echar el guante a las bandas de secuestradores y así lo han hecho de acuerdo con sus propios datos y cifras. Decenas de secuestradores -entre ellos dos de los más peligrosos, Caletri y "El Coronel"- están tras las rejas y hace unos días cayó una banda internacional de traficantes de personas, por citar dos ejemplos.
Queda también para su historia la intervención en la UNAM. Tres mil efectivos de la PFP liquidaron una huelga de casi un año sin recurrir a la violencia. Esos son los aciertos.
Los pendientes no son menos notorios. La inconformidad de los policías que vienen de la desaparecida Federal de Caminos no ha terminado y las quejas han llegado a los juzgados: al menos 5 comandantes regionales y unos 400 elementos buscan amparos en demanda de que se les restituyan los derechos laborales que tenían como servidores públicos adscritos a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Por otra parte, los miembros de las Fuerzas Federales de Apoyo -5 mil policías militares transferidos mediante un convenio firmado en junio de 1999- terminan legalmente su participación en la PFP. Será el próximo Presidente quien decida si los efectivos militares siguen o no en la corporación.
Hacerse públicos
En 12 meses, la PFP se ha vuelto notoria, presente y pública. Sus elementos aparecen por doquier. Interviniendo en la UNAM, atrapando secuestradores y rescatando víctimas, escoltando políticos, entrando en penales, desarticulando bandas de traficantes de personas, trasladando papelería electoral o presos de alta peligrosidad, y vigilando aeropuertos y carreteras.
Pero los mayores méritos de esta corporación se han construido precisamente de lo que no es público: el trabajo de inteligencia. De esos agentes -la mayor parte de los cuales trabaja en su oficina analizando información- han salido los datos precisos para echar el guante a los delincuentes.
Traídos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), los casi mil agentes de inteligencia tienen varios años trabajando con el Comisionado de la PFP, Wilfrido Robledo Madrid, desde que era responsable de la dirección de Protección.
Ellos ayudaron a realizar un sistema de información sobre los puntos estratégicos...
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