Sin una verdadera democracia, los derechos humanos palidecen

AutorAna Karen Rebollo Pérez - Hilda Mildred Luna Rosado
CargoAna Karen Rebollo e Hilda Luna son estudiantes de sexto semestre en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Páginas15-18
Voces Los estudiantes preguntan
26 abogacía Agosto 2021 LA VOZ Y LA PLUMA DE LOS JURISTAS 27
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aren Rebollo: Nuestra primera pregunta va enfo-
cada a usted. ¿Quién es Sergio García Ramírez?
A partir de mis respuestas seguramente me cono-
cerán más, pero les diré que soy un hombre muy
afortunado por los profesores que tuve, por la hospitalidad
que me brindaron varias instituciones, por las oportunidades
que me ha dado la vida y, muy particularmente, por estar
aquí, sano hasta donde alcanzo a ver, de muy buen ánimo,
recibiéndolas.
He tenido el privilegio de ser académico y servidor público
durante muchos años y de conciliar con armonía esas dos
actividades. También me he podido desempeñar, para mi
fortuna, en medios internacionales como la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos, durante 12 años, y también en
otras instancias.
Tengo una enorme deuda con la vida; cuando me vaya, no
la dejaré pagada. Pero quiero reconocerla, al igual que a mi
país, a mis amigos y a mi familia, y agradecer a Dios.
n Hilda Luna: Con una trayectoria tan amplia, ¿qué meta
tiene en este momento de su vida?
Seguir trabajando. Alcanzar una realización personal que
me permita servir a mi país; ser útil, servir a mi profesión,
al magisterio y a la investigación, además de aportar algo
a estudiantes como ustedes. Ojalá que pueda conseguirlo
mediante la cátedra, los libros, la investigación y la formación
de nuevos juristas.
n Karen Rebollo: De los cargos que ha ejercido, ¿cuál es
el que más lo ha marcado y por qué?
Empecé siendo servidor público como delegado del Departa-
mento de Prevención Social en la Penitenciaría del Distrito
Federal, en 1961, y gracias a mi trabajo alcancé cargos de
diverso rango, algunos muy importantes y otros más modestos,
pero puedo decir con toda franqueza que prácticamente todos
los empleos que he tenido y las actividades que he desarrollado
han dejado una huella en mí.
Algunos los recuerdo con especial afecto; por ejemplo, mi
paso por el mundo de las prisiones. Como director del Centro
Penitenciario del Estado de México viví una relación intensa
con los dramas de las cárceles, de los presos y sus familiares, de
sus dolores, penas y alegrías. Yo estaba alojado en un pequeño
dormitorio dentro de la penitenciaría. Ahí viví prácticamente
durante tres años, lo que fue muy formador para mí. También
fue muy grato haber sido el último director de la cárcel pre-
ventiva de la capital, conocida como Lecumberri, lugar que
ahora aloja al Archivo General de la Nación.
Mi tránsito por las procuradurías también fue muy valioso.
Tenía 32 años cuando ingresé a la Procuraduría de Justicia
del Distrito Federal. Y me desempeñé durante seis años en
la Procuraduría General de la República. Otra encomienda
que me ha dejado profunda huella fue ser juez de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, que presidí durante
cuatro años. Ahí se ampliaron mis perspectivas y se ensanchó
mi mundo en relación con la causa de la tutela de los derechos
humanos.
n Karen Rebollo: Y también ha dejado una gran huella en
el mundo académico...
Quiero poner mucho énfasis en mi vida académica, que he
seguido como un hilo de vida, desde la primera clase que
impartí en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional
Autónoma de México. Era profesor de derecho procesal penal
y había estudiado mucho para preparar mi clase. Estaba muy
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fue muy bien. Había dejado de fumar, pero esta situación me hi-
zo recaer; sentía que era yo el que se examinaba a sí mismo a
través de los alumnos.
Tengo una gratitud inmensa hacia la Facultad de Derecho,
que me promovió como profesor emérito, distinción que le
reconozco al doctor Raú
quiero mencionar al Instituto de Investigaciones Jurídicas,
antes llamado Instituto de Derecho Comparado, al cual entré
por concurso y en el que continúo como investigador. A veces
Ana Karen Rebollo Pérez
Hilda MildredLuna Rosado
Sergio García Ramírez
Sin una verdadera
democracia, los derechos
humanos palidecen

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