Van por heces de mascotas

- Composcan es una empresa que recoge desechos de animales para convertirlos en energías sustentables; ganan dinero y protegen el ambienteAndrés M. EstradaCIUDAD DE MÉXICO, junio 4 (EL UNIVERSAL).- A bordo de un vehículo, tres sujetos circulaban cerca de la caseta de peaje de la carretera México-Cuernavaca. Esa mañana, desde aquel punto observaron una nebulosa capa café que flotaba sobre los edificios y casas de la capital, la cual llamó su atención. Uno de ellos preguntó qué era eso, los demás comenzaron a dar sus suposiciones y "explicaciones científicas", pero les respondió que no era nada de lo que habían dicho. "Eso es excremento de humanos y perros", contó.

En aquel momento, a Alfredo Cuesta Godoy, un joven recién egresado de la carrera de Administración de empresas, le pareció que aquella era una respuesta muy loca del amigo de su papá, lo suficiente para recordarla.

De aquella anécdota han pasado más de 20 años y aunque no ha podido comprobar la veracidad de aquella respuesta, sabe que es un problema grave el destino que se le dan a las heces, provenientes de los más de 2 millones de perros que habitan las 16 delegaciones de la Ciudad de México.

Para ello, junto con sus socios, Eduardo Olivares Guevara, diseñador industrial, y el biólogo Fernando Leyva Hernández, crearon Composcan, una empresa con un marcado objetivo social y ecológico que busca aprovechar los desechos caninos para darles un valor agregado, como producir gas y convertirlo en energía eléctrica u obtener fertilizantes.

Es decir, buscan darle un tratamiento adecuado a los residuos y sacar así el contaminante que las heces de nuestras mascotas representan.Inicio del proyectoCuando notificaron a su universidad su intención de realizar en equipo su proyecto sobre el aprovechamiento de las heces, los directivos rieron, pero les dieron luz verde para dar marcha. Así, renunciaron a las ideas de desarrollar sus modelos de negocio, que ya habían presentado en un inicio de la maestría semipresencial en medios ambientales, en la Universidad del Medio Ambiente, en el Estado de México.

En su ingreso a la institución, los tres llegaron con proyectos y metas distintas. Las ideas que tenía Olivares Guevara eran sobre el manejo de residuos. Leyva Hernández ambicionaba una comercializadora de productos ambientales y Cuesta Godoy deseaba desarrollar algún proyecto referente al agua.

Sin embargo, al final la recolección de excremento de perro los unió durante sus años de estudios de 2013...

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