Entrevista/ Vaclav Havel/ La moral, la base de todo

AutorNilda Navarrete

Centroeuropa

Uno de los líderes poscomunistas más destacados y brillantes es sin duda el Presidente checo, Vaclav Havel. Pasó casi directamente de la cárcel a la silla presidencial en el Castillo de Praga, el más antiguo de Europa, y llevó de la mano a su pueblo por el camino de la Revolución de Terciopelo, una revuelta romántica y humana que puso fin al comunismo en 1989 en la entonces Checoslovaquia.

Hoy, Havel considera que todavía queda mucho por hacer. Sueña con el día en que las nuevas generaciones tomen en sus manos las riendas políticas del país sin los síndromes poscomunistas de las figuras actuales y recomienda a su pueblo y a México que cultiven la moralidad como única arma con la que se puede poner en marcha el respeto a las reglas de la convivencia humana, la paz, la estabilidad y la prosperidad.

¿Cómo transcurrieron las transformaciones en la República Checa hacia la democracia?

Para mí es difícil valorar el periodo de transformación por ser uno de los participantes directos. Eso me gustaría dejárselo a los historiadores. Pero sí quiero decirle que tanto la situación en que nos encontramos ahora como por la que hemos atravesado es diversa, tan diversa como la vida misma. Igualmente en ese periodo se pueden identificar fenómenos buenos, pero también fenómenos con los cuales uno no puede estar de acuerdo. Puedo decir que en el decenio pasado el mayor éxito obtenido por la República Checa fue su ingreso a la OTAN; para nosotros esto significó no sólo una garantía de seguridad, sino también la confirmación de que a pesar de que habíamos tenido una evolución diametralmente opuesta en los últimos 40 años, seguíamos siendo socios de la Alianza Noratlántica.

Sin dudas, esto es una prueba de que nos unen muchos vínculos y sobre todo valores que estimamos y queremos desarrollar y defender en conjunto. Me atrevo a decir que la República Checa ya ha pasado la fase dramática de transformaciones poscomunistas de carácter revolucionario. Aquélla fue una etapa cuando surgieron nuevos partidos políticos, de renovación de los partidos prohibidos en el pasado, y en la cual se formó un espectro de pluralidad política. Los cambios fueron dramáticos en el orden constitucional y judicial, y sobre todo se dieron los pasos elementales que aseguraron la transición hacia la economía de mercado, cuya característica fundamental fue el proceso de privatización.

No obstante, opino que sería poco sincero afirmar que ya hemos superado la etapa poscomunista...

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