La urbanización vacante. El rol del Estado como formulador de políticas habitacionales hacia sectores vulnerables y villas de emergencia en la Ciudad de Buenos Aires entre los años 2007 y 2015

AutorFrancisco José L'Huillier
CargoLicenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Magíster en Sociología Económica en el Instituto de Altos Estudios Sociales ? Universidad Nacional de San Martín. Actualmente es Investigador en formación en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe. Sus líneas de investigación principales tienen como...
Páginas29-47
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La urbanización vacante. El rol del Estado como formulador de políticas
habitacionales hacia sectores vulnerables y villas de emergencia en la
Ciudad de Buenos Aires entre los años 2007 y 20151.
The unresolved urbanization issue. The role of the Government in the
formulation of housing policies for vulnerable sectors of society and in
relation to shantytowns in the City of Buenos Aires between the years
2007 and 2015.
Francisco José L’huillier
Resumen
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pese a haberse alcanzado un notable desarrollo urbano e
inmobiliario a lo largo de las décadas, persiste todavía una profunda problemática habitacional, que
se expresa en las dicultades de acceso al hábitat que padecen los sectores socioeconómicamente más
vulnerables. Este escenario se agrava especialmente en la zona sur de la ciudad, donde en los últimos
años se han expandido, tanto espacial como demográcamente, los asentamientos informales conocidos
popularmente como “villas de emergencia”. El presente artículo se propone indagar cuál ha sido el rol del Estado
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre los años 2007 y 2015, en términos de formulación e implementación
de políticas habitacionales que, por un lado, garanticen el acceso a una vivienda digna a los sectores excluidos por
el mercado inmobiliario, y al mismo tiempo, apuntalen la integración socio-urbana de dichos hábitats informales a
la ciudad formal.
Palabras clave: Política habitacional – villas de emergencia – urbanización – informalidad
Abstract
In spite of the remarkable urban and real estate development reached throughout the decades in the City
of Buenos Aires, there is still a persisting and deep housing problem, which can be seen in the difficulties
in access to housing suffered by the most vulnerable socioeconomic groups. This situation is specially
exacerbated in the southern area of the city, where informal settlements popularly known as “villas de
emergencia” have grown both spatially and demographically over the past five years. This article intends to
explore the role of the Government in the City of Buenos Aires between the years 2007 and 2015 as regards
the formulation and implementation of housing policies that, on the one hand, ensure access to adequate
housing to those excluded from the real estate market and, on the other hand, promote social and urban
integration of this type of informal settlements into the formal city.
Key words: Housing policies – shantytowns – urban development – informal city
Introducción
La Ciudad de Buenos Aires, capital política y administrativa de la República Argentina, es una de las metrópolis más
importantes de América Latina. El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), concentra alrededor de un 30% de
la población total del país (Observatorio Metropolitano, 2019), y se encuentra integrada por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (en adelante CABA), y 24 partidos de la Provincia de Buenos Aires, que conforman lo que se conoce
como “conurbano bonaerense”.
La CABA, que alcanzó su autonomía administrativa en el año 1994, evidencia una marcada centralidad
geográca, no sólo en términos políticos, administrativos y económicos, sino en razón de su acentuado desarrollo
1 Fecha de elaboración: Mayo 2019.
Recibido: 30 de mayo de 2019
Aceptado: 05 de octubre de 2019
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urbano y demográco, que se expresa en el producto bruto regional más alto del país (ATE, 2013: 8-9) y en su vasta
población de casi 3 millones de habitantes (Observatorio Metropolitano, 2019b).
Sin embargo, si prestamos atención a las diferencias socioeconómicas y socioterritoriales que arroja la
evidencia empírica2, queda de maniesto que este innegable desarrollo urbano no ha logrado constituir una ciudad en
la que sus habitantes tengan acceso al usufructo de sus benecios por igual, sino que, por el contrario, ha consolidado
una estructura urbana desigual y fragmentada. Esta conguración urbana, se materializa territorialmente a través del
fenómeno de la segregación espacial; proceso que se presenta como el correlato de la dicultad de acceso al hábitat
que experimenta una importante franja de las clases populares.
En América Latina, la reestructuración capitalista de las últimas décadas supuso lo que Pedro
Pírez (2014) da en llamar una “remercantilización” de distintas dimensiones que atañen directamente a la
reproducción de la fuerza de trabajo, entre ellas la producción de vivienda y hábitat. En este proceso de
remercantilización, el Estado ha ido abandonado su rol en tanto agente productor, facilitador o mediador en el
acceso a suelo y vivienda de los sectores populares. Se fortalece, de esta forma, la lógica del mercado –o la
lógica de la necesidad en el caso de los grupos no solventes en términos socioeconómicos-, como mecanismo
privilegiado de acceso al hábitat en el espacio urbano, en detrimento de la lógica estatal que supo tener un
papel más destacado décadas atrás (Abramo, 2011).
Las reformas neoliberales de la década de los 90 (Cicollela, 1999; Prévôt Schapira, 2002) –que
en la Ciudad de Buenos Aires se remontan a mediados de la década del 70 (Oszlak, 2017)- han favorecido
el avance de un mercado del suelo y la vivienda en el que priman la desregulación jurídica, y las prácticas
especulativas (Jaramillo González, 2010). De esta manera, en el transcurso de casi cuatro décadas, se va
consolidando un mercado inmobiliario formal en el que el piso de la demanda solvente es cada vez más
elevado, quedando excluidos de su posibilidad de ingreso –ya sea como propietarios o como inquilinos-
los sectores socioeconómicamente más postergados. Dicha situación ha generado una proliferación y
expansión de lo que se conoce popularmente como “villas de emergencia”, hábitats informales –en el
sentido de que se encuentran por fuera de la normativa vigente en términos de planeamiento urbano,
así como de la regulación jurídica que instituye la propiedad privada-, autoproducidos por los sectores
populares en suelo vacante y por lo general desvalorizado3, en los que predomina una calidad constructiva
y un acceso de los servicios básicos de infraestructura y sanitarios deficitarios4. Los datos estadísticos
corroboran que aproximadamente un 6% de la población total de la ciudad reside en este tipo de hábitats
(Defensoría del Pueblo CABA, 2015).
Este escenario se torna más acuciante en la zona sur de la CABA, donde se concentra la mayor cantidad de
villas de emergencia y asentamientos informales –las Comunas 4, 7, y 8, comprenden al 80% del total de población
que habita en las mismas (Defensoría del Pueblo CABA, 2015)-, lo que refuerza la hipótesis de una ciudad
fragmentada, que abonamos párrafos atrás. A modo ilustrativo, en el Mapa 1 se observa esta mayor concentración
de villas y asentamientos en las comunas mencionadas del sur de la CABA. Es destacable que todas las villas, a
excepción de la 31 y 31 bis, se encuentran distribuidas en las Comunas 4, 7, 8 y 9. Por su parte, los asentamientos
se emplazan en mayoritariamente en la Comuna 155.
Tal es así, que, mientras la población de la CABA se mantiene relativamente estable en el transcurso
de diez años (2001-2010), creciendo apenas un 4%; los datos inter-censales para dicho período, dan cuenta de un
crecimiento abrumador de la población en villas de emergencia: casi un 52% -porcentaje trece veces mayor que el
crecimiento demográco total de la ciudad- (Defensoría del Pueblo CABA, 2015).
En relación al décit habitacional general de la CABA, hacia el año 2010 un 11,7% de hogares se
encontraba en condiciones decitarias. Dentro de ese porcentaje, un 6,3% corresponde al denominado décit
cuantitativo (viviendas no recuperables) y un 5,3% al cualitativo (viviendas recuperables) (IVC, 2013).
2 Se dispone de un amplio abanico de trabajos que dan cuenta de estas diferencias socio-económicas y socio-territoriales. Al respecto,
pueden consultarse: Herzer (2012); Di Virgilio y Rodríguez (2013); Guevara (2015); Defensoría del Pueblo CABA (2015).
3 Al respecto, existen algunas excepciones en la CABA, como es el caso de la Villa 31, una de las más importantes del distrito, que se
encuentra emplazada en Retiro, barrio que históricamente ha sido una de las zonas más valorizadas de la ciudad, y consecuentemente, una de las más
codiciadas por los promotores inmobiliarios.
4 El origen de las villas de emergencia se remonta a la década del 30, cuando se inicia un proceso de industrialización liviano en la
Argentina, y a la par del mismo, un crecimiento de la migración interna, desde zonas rurales a los principales centros urbanos, fundamentalmente la
Ciudad de Buenos Aires.
5 Existe una serie de diferencias territoriales no menores entre villas de emergencia y asentamientos informales. Entre las más importantes
suele destacarse que los asentamientos tienen un trazado más regular que las primeras. Aquellas, por su parte, muestran una tendencia a expandirse
verticalmente, especialmente las últimas décadas, lo cual se correlaciona con su mayor densidad poblacional.

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