Universo lácteo
| Autor | José Arrieta |
La leche ha acompañado a la Humanidad en las buenas y en las malas. Según la FAO, junto a panes y cereales, es uno de los pilares de la alimentación y, de acuerdo con hallazgos de expertos del University College de Londres, ha estado presente en la dieta del hombre desde hace unos 7 mil 500 años.
Su aporte nutrimental es muy alto, y los avances tecnológicos han permitido que exista una variante ideal para casi cada condición humana. Actualmente, existen decenas de productos que aprovechan sus virtudes, enfocándolas en fines cada vez más precisos.
"En los últimos 10 años nos encontramos con mucha diversidad de productos en anaquel. No solamente de leche, sino de leches fermentadas, de quesos y otros productos", señala Sergio Soltero, presidente del Cofocalec.
"En todo el mundo, pero principalmente en México, la industria lechera destaca por ser muy innovadora y eso lo vemos en todos los derivados", complementa René Fonseca, líder de la Canilec.
UNA LECHE PARA CADA QUIEN
Lejos quedaron esos tiempos en los que ir al súper era encontrar sólo leche descremada, saborizada, entera y alguna exótica versión extranjera. En la actualidad, la especialización lechera ha llegado a niveles sorprendentes.
"En un centro comercial, una empresa puede tener veintitantos tipos de leche: entera, semidescremada, descremada, deslactosada, sin lactosa, con extra calcio, proteínas, para niños con DHA, con ácido fólico... Realmente para cualquier necesidad", destaca René Fonseca, presidente de la Canilec.
Según un estudio revelado recientemente por la Universidad Pública de Navarra, los componentes de la leche lo hacen uno de los alimentos que pueden aprovecharse en cada etapa de la vida, desde la infancia hasta la vejez, aunque con matices.
"En la edad del crecimiento, ayuda a fortalecer huesos y músculos, y también es buena durante el embarazo, que es una etapa de altos requerimientos energéticos y nutricionales.
"En la edad adulta, para combatir la pérdida de masa muscular, debemos consumir alimentos altos en proteínas y la leche es una opción. De hecho, atendiendo a esos grupos etáreos, algunas empresas están sacando leche con alta concentración de proteínas", argumenta.
Investigaciones hechas por la Universidad de Kansas demuestran que el consumo de leche en adultos aumenta los niveles de serotonina, en buena medida debido a su alta cantidad de vitamina D, contribuyendo a abatir la depresión, además de incrementar hasta en un 30 por ciento el antioxidante...
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