Tres ventajas de tener a un abogado en la Presidencia de la República
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Carlos Salinas de Gortari veía el Derecho como un obstáculo para la modernización económica de México. Ernesto Zedillo, como un mal necesario. Vicente Fox ni siquiera lo veía... Quizás por esto, después de tantos años, tener un presidente que entiende el Derecho, que lo vive -un presidente abogado-, implica innumerables ventajas para los mexicanos. Pensemos en tres:
La primera es que Felipe Calderón entiende que vivimos en un régimen donde las garantías que otorga la Constitución no pueden restringirse ni suspenderse sino en los casos que la propia Constitución señala. Esto ha provocado que, en lugar de concentrar sus fuerzas en pactar con mafias y factores reales de poder, haya preferido enfocarse a proponer iniciativas de reforma constitucionales y legales.
Sin desconocer el trabajo de lobbying que supone el éxito de las mismas, hay que admitir que se pueden construir mejor los cimientos de un país cuando se ha partido del consenso de las fuerzas políticas -consenso expresado a través del Derecho- que cuando no es así. Se valen las protestas y las críticas pero, mientras el titular del Poder Ejecutivo actúe ceñido a la Constitución, no está arando en el mar.
Una segunda ventaja es que entiende con claridad la misión del gobierno del Estado. Antes que construir puentes o fomentar programas turísticos, ésta supone velar por la seguridad de quienes conforman la sociedad civil. Aunque él mismo ha dicho que en los operativos del ejército y la policía se han detenido a algunos delincuentes, sabe que éste no es su principal propósito. La función de los operativos que ha impulsado consistente en enviar una señal, al interior y al exterior del país, en el sentido de que el titular del Poder Ejecutivo está dispuesto a invertir sus recursos políticos y financieros en cumplir con la tarea para la que se le eligió.
Tanto es así, que los mercados internacionales han comenzado a reaccionar favorablemente respecto a México, El mensaje está llegando y ha entusiasmado a los inversionistas. Los turistas, claro, deberán esperar: el costo de estos operativos es alto. Las ejecuciones y el ajuste de cuentas entre bandas y facciones es sangriento. Pone los pelos de punta a cualquiera. Pero la limpia que está llevando al cabo Calderón era necesaria, urgente. Tenían que haberla realizado sus antecesores. Lo que estamos viendo no es sino un reflejo de lo que dejó de hacerse, en aras de intereses muy distintos a la preservación del Estado Democrático de...
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