Traen piratería muy sofisticada

AutorMario López

No sólo Ana Cristina Fox puede lucir una bolsa Louis Vuitton no original como la que lució en una fotografía tomada por un revista española hace dos años, y que requirió la aclaración de la línea francesa.

Lo sofisticado que se ha puesto la piratería permite ahora que cualquier persona tenga un producto Louis Vuitton, Christian Dior, Armani, Gucci, Chanel Burberry o Hugo Boss a una décima de su valor real y con certificado de autenticidad incluido, por supuesto, también falso.

Mercado Libre, El Clasificado, De Remate, son algunos de los portales de internet donde se ofertan estos productos, pero también se les encuentran en Tepito, el tianguis de La Cibeles, en la colonia Roma y en puestos cerca de Plaza Universidad, todo en la Ciudad de México, a precios que van desde 700 hasta 2 mil pesos.

Bolsas, carteras, lentes, relojes, perfumes, cinturones, corbatas y accesorios son pirateados no sólo en diseño, sino en estampado, herrajes, iniciales de marca, con material similar.

Por ejemplo, en el tianguis de La Cibeles, una bolsa falsa modelo Pleaty, de mezclilla, correa de piel, estampada y herraje con la marca Louis Vuitton, tiene un precio de mil 400 pesos, mientras que en la boutique de Polanco la original cuesta alrededor de mil 400 dólares.

En internet se pueden conseguir a precios más bajos e incluso con descuentos especiales a mayoristas.

En El Clasificado una persona de Guadalajara ofrece 30 "réplicas finas" de bolsas y carteras de las marcas citadas, desde 800 hasta mil 700 pesos, según modelo y diseño, y con precio especial a partir de 10 artículos.

En Regio Anuncios, de Nuevo León, Alejandra también vende réplicas de relojes de marca, a mayoreo y menudeo.

Mercado Libre anuncia productos que ofrecen contar con el certificado de autenticidad, a un precio de entre 500 y 2 mil pesos, pero, según la misma boutique en México, estas no pueden ser originales.

Especialistas en propiedad industrial afirmaron que la piratería se perfecciona para pasar a la falsificación del producto, con el consecuente daño de imagen para la empresa y la devaluación de la marca.

"Son marcas elaboradas para un sector exclusivo, y si crece la venta de piratería se daña y pierde valor la marca", aseguró Óscar González, socio del bufete González-Hurtado y Terranova.

Gloria G. Isla, directora general de Clarke, Modet and Co., especialista en propiedad industrial, asegura que a pesar del supuesto certificado de autenticidad que se ofrece, estos productos...

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