Trabajo incluyente

AutorRoberto Heras

Los empresarios se muestran cada vez más sensibles y abiertos a la inclusión laboral, establece Gabriel Monterrubio Ortega, presidente de la fundación Paralife, que busca la integración en la sociedad de las personas con capacidades diferentes a través del empleo.

"La conciencia es mayor. Las personas con discapacidad han demostrado que son trabajadores confiables, responsables, que cuidan su trabajo y que son atentos".

Al respecto, Francis Pérez, directora de Valor Compartido de Nestlé México, empresa que fomenta la inclusión, establece que ellos han notado algunas tendencias en estos trabajadores: registran un menor índice de ausentismo y rotación y también manifiestan un compromiso notoriamente superior con la compañía.

"Son capaces de valorar la oportunidad de desarrollo profesional que se abre ante ellos, pues les da la oportunidad de tener un ingreso económico y dignificar su vida".

Un ejemplo de ese aumento es el Distintivo Empresa Incluyente Gilberto Rincón Gallardo, que otorga la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) al sector público, privado o social. En su año de creación, 2005, se entregó a 96 centros, y para 2015 la cifra ascendió a 449, dice José Adán Rubí, subsecretario de Previsión Social de la STPS.

"Se entrega a las instituciones que ofrecen igualdad de oportunidades, de inclusión, de desarrollo y de no discriminación a grupos en situación de vulnerabilidad: discapacitados, adultos mayores, personas con VIH y jefas de familia", detalla Salazar.

Para el funcionario de la STPS, la incorporación de personas con discapacidad se enmarca en una lógica de conveniencia de ambas partes, puesto que gana la persona contratada y también la empresa a través de múltiples beneficios.

Así, un estímulo de carácter fiscal es que quien contrate a personas con discapacidad puede deducir el 100 por ciento del Impuesto sobre la Renta de dichos trabajadores.

Raquel Suárez, directora de Recursos Humanos de Unilever, dice que la inclusión debe ser aplicada por todo tipo de empresas cuanto antes y que lo único que se necesita es una buena organización y las ganas de hacerlo, para así obtener resultados.

"Discutimos mucho si queríamos poner una cuota o no (en Unilever), y la decisión fue que no, porque, cuando tú pones un porcentaje, lo que empiezas a hacer es meter a trabajar a gente (con discapacidad) a toda costa. Lo que queremos es que tengan éxito no por la discapacidad, sino por su talento, igual que cualquier otro empleado"...

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