Tópicos Empresariales / Reflexiones

AutorGonzalo Rivero Torrico

Hace unos días me llegó un correo en el Internet, de ésos que abundan y que generalmente son basura. Pero éste me llamó la atención y lo leí con cuidado. Era un mensaje de un chileno para sus compatriotas, un mensaje que deseaba circular para formar conciencia de lo que ellos piensan que está mal en su país.

Como sabemos, Chile presenta las estadísticas más sobresalientes de América Latina. Su crecimiento económico es envidiable, su estabilidad monetaria, su nivel educativo, su capacidad para atraer y retener inversiones y otros indicadores tanto económicos como sociales son sobresalientes. Comparado con los demás países de la región es un país que está en la senda del progreso para convertirse en una nación del llamado primer mundo. Y sin embargo, muchos de ellos no están contentos.

No se revela el nombre del autor de las reflexiones que se comentarán a continuación, pero lo curioso es que lo que se expone es totalmente aplicable a nuestro país y seguramente a otros países de la región. El autor comienza diciendo que no está de acuerdo con muchas cosas que frenan el progreso y que hacen que el País se rezague. Y hace planteamientos como los que enumero a continuación:

Entre los factores que denuncia ante sus compatriotas está lo que llama deshonestidad en pequeña escala, ésa que comienza con el robo que hacen los empleados de lápices o bolígrafos en las oficinas para sus hijos, por ejemplo, que es un vicio que evoluciona con mayor o menor rapidez hacia robar la luz o colgarse del cable del vecino y se convierte en hábito en forma tal que más adelante es responsable del enriquecimiento ilícito de muchos ciudadanos que, de la noche a la mañana, se convierten en millonarios.

Por otra parte, el más "vivo" es tolerado y hasta admirado y emulado, sostiene. Es el individuo que no respeta la fila que hace la gente para ser atendido, sino que usa una amistad que está adelante para colarse. El que para doblar en una esquina pone su automóvil en la fila que no corresponde, sin importarle tapar el paso a otros que vienen detrás de él. Es el que al ponerse la luz del semáforo en amarillo acelera su coche, pues pasará impunemente. Entre nosotros decimos que "el que no transa, no avanza".

También menciona que cada vez hay más ciudadanos que tiran la basura en las calles, lo que no sólo da mal aspecto a la ciudad, sino que tapa las alcantarillas. Y luego, esas mismas personas se quejan airadamente porque las autoridades a cargo de mantener la higiene de...

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