TOLVANERA / El relajo

AutorRoberto Zamarripa

"¿Qué hacemos con el Senado: ¿lo cerramos, lo vendemos, lo rifamos?", llegó a decir alguna vez Vicente Lombardo Toledano, el político estalinista, que a pesar de su dogma dejaba ligera carga de mordacidad.

Desde entonces ya se veía en el sorteo una manera de salir de las cosas públicas inútiles.

Entre los mexicanos, la rifa tiene un sentido de conciliación y medianamente democrático que dirime diferencias. Si muchos anhelan un bien y no hay forma en que se pongan de acuerdo lo mejor es que se rife.

Con la rifa se hace mofa. Al que se le fue el tren le dicen: "este no sale ni en rifa". La rifa también es mecanismo de financiamiento. Sino que lo cuente el PAN cuando en sus épocas en las que rechazaba las prerrogativas del Estado, rifaba carros y los boletos los vendía en las esquinas callejeras. Estudiantes financian sus pasajes a competencias o sus fiestas de graduaciones con rifas.

"¿Por qué no lo rifamos?" es una frase coloquial, inocente y conciliadora que suscita esperanza y calma. De la boca de AMLO desató una tormenta.

El común del mexicano es supersticioso, prende veladoras, acude a limpias o que le lean el destino con caracoles, y le gustan las rifas. Al menos así lo decía la "Encuesta nacional de percepciones de los juegos de azar en México" que auspició el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y cuyos resultados los difundió en un libro titulado De la suerte, el juego y otros azares.

Según esa encuesta 80.9 de los mexicanos cree en la suerte; 69.7 cree en el destino, y 65 por ciento en el infierno. Casi la mitad cree en la existencia del llamado mal de ojo (46.6 por ciento) y apenas 37.5 por ciento se atiene a los horóscopos.

El mexicano le entra más a rifas que a la Lotería.

A la pregunta de "¿Usted ha participado o comprado un boleto de...?" sobrevinieron las siguientes respuestas: 20.5 por ciento entró a rifas; 17.7 apostó en Lotería; 17.7 en juegos de cartas o equivalentes; 16.4 lo hizo en casino; 16.3 en tragamonedas; 15.7 en el cubilete u otros juegos cantineros; 14.2 en los denominados raspaditos y 14 por ciento en el Melate.

Según la encuesta, las mujeres son las que más admitieron haber comprado boletos para rifas o tómbolas mientras que los hombres los que más han...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR