TOLVANERA / La fractura

AutorRoberto Zamarripa

Hace tiempo que la lógica electoral del panismo estaba enganchada a las prácticas que combatía. Y en el 2006, al nadar con las vejigas del sindicato magisterial y del apoyo de los gobernadores priistas, el panismo le dio carta de naturalización a las prácticas de la inequidad y de la trampa.

Impregnada de conductas típicas de elecciones mexicanas, la contienda panista marca a su ganadora. Acarreos, sobornos, entrega de despensas, amenazas, uso del gobierno para fines facciosos lastiman la autoridad de los contendientes y de la ganadora. Coacción y sumisión. ¿Ensayo para julio del 2012?

Ése es el aspecto coyuntural. Lo histórico: invariablemente el candidato presidencial panista no es el favorito de la dirigencia del Partido.

En 1976 tras a un rudo conflicto interno contra la dirigencia partidista, el PAN se quedó sin candidato a la Presidencia. En 1982, el candidato fue Pablo Emilio Madero, quien representaba a corrientes empresariales contrarias a la burocacia partidista. Aquello provocó rupturas como la renuncia de Luis Calderón Vega (padre del actual presidente Felipe Calderón), quien acusó la entrega del panismo a intereses facciosos.

En 1987 la elección del candidato a la Presidencia de la República también fisuró al panismo. El candidato de la dirigencia partidista era el abogado Jesús González Schmall. Le ganó Manuel J. Clouthier, quien representaba la oposición a la dirigencia partidista y era parte de la oleada conocida como "Los Bárbaros del Norte".

La elección de 1994 de Diego Fernández de Cevallos fue la excepción que confirmó la regla. Para los comicios del 2000, Vicente Fox se impuso como candidato albiazul a la Presidencia en contra del entonces presidente partidista Felipe Calderón, quien no pudo impedir el triunfo del guanajuatense.

En el 2006, a Calderón le correspondió desafiar a la dirigencia partidista y al gobierno federal y luego, en comicios cuestionados, ganó la elección federal de julio de 2006. No tenía el beneplácito del líder partidista Manuel Espino ni del presidente Fox.

Ahora, Josefina Vázquez Mota desafió y derrotó a los dos poderes. No era la favorita del dirigente Gustavo Madero ni mucho menos del presidente Calderón y su equipo (que hizo todo lo posible por sacarla de la contienda).

Lo coyuntural y lo histórico convergen. El PAN extravió su esencia democrática con el uso del poder gubernamental para torcer los propósitos partidistas. En lo histórico, la elección de su candidato presidencial vuelve a...

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