El todopoderoso Xi Jinping

AutorAdrián Foncillas

BEIJING.- China ya cuenta con otra fecha para la historia. El 11 de marzo de 2018 la Asamblea Popular Nacional (APN, el Congreso) aprobó la derogación de los límites temporales en el ejercicio de la presidencia. La medida libera a Xi Jinping de los corsés legales que lo constreñían y ahora podrá extender su mandato tanto tiempo como desee.

La mayor revolución política de los últimos tiempos se firmó con 2 mil 957 votos a favor, dos en contra y tres abstenciones, el apoyo más contundente dentro de las últimas reformas constitucionales.

"Puedo anunciar que las propuestas de enmiendas a la Constitución de la República Popular de China han sido aprobadas", clamó el portavoz tras la votación. "Levantemos alto el estandarte del socialismo con características chinas a través del estudio y la aplicación del pensamiento de Xi Jinping", añadió.

También fueron aprobadas la inclusión del ideario del presidente en la Carta Magna y la creación de comisiones para investigar a miembros del Partido Comunista (PC) y funcionarios, dos propuestas enviadas a la APN para un trámite rutinario.

La APN es el mayor Parlamento del mundo... y aun así nunca ha rechazado una ley o los presupuestos del PC. Pero no carece de interés. Beijing reserva su sesión anual para revelar sus perspectivas económicas y dar a conocer el gasto militar, lo que la prensa global antes llevaba a sus primeras planas. Pero Xi Jinping arrasó con todo. Ahora cualquier cónclave gira en torno a un líder que ha eclipsado al partido y agotado las etiquetas: la entronización de Xi, la consolidación de Xi...

La figura cada vez más enjuta de Li Ke-qiang, primer ministro y encargado del discurso inicial, metaforiza el adelgazamiento del PC: lanzó un panegírico de Xi durante hora y media y exigió a los representantes apretar filas.

"Entramos en una nueva era y debemos defender con vigor la posición nuclear de Xi Jinping", dijo. Antes los periodistas contaban las menciones a la corrupción o al medio ambiente, para medir las políticas de

Beijing; ahora recuentan las menciones al presidente. Hoy cuesta creer que Li fuera el favorito del anterior mandatario, Hu Jintao, para sucederlo. Recibió el timón económico cuando fue elegido, por detrás de Xi, pero los derrumbes de la bolsa de 2016 lo degradaron a una figura casi ornamental.

Reacciones populares

El anuncio del final de la limitación de dos mandatos provocó una inquietud desconocida en la sociedad china. El PC confiaba en que la genética apolítica de...

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