Toca el cielo

"Sexo, drogas y rock and roll" es una leyenda que ha perdurado entre los mitos de la música desde el periodo hippie, así como por hacer referencia al desenfreno y talento de algunos genios. Y Jimi Hendrix fue uno de ellos.

Este legendario icono, quien falleció un 18 de septiembre hace medio siglo, en circunstancias extrañas y con un cúmulo de estupefacientes en su expediente forense, ha sido llamado por los grandes críticos como "El Más Grande Guitarrista del Rock".

Autodidacta tanto en la ejecución de su instrumento clave como en su forma de integrarse a bandas o con otros solistas, el oriundo de Seattle fue considerado un genio e intérprete original por su manera de darle una entidad propia a los sonidos generados con las seis cuerdas y a sus acomodos con la armonía.

En vida sólo publicó tres discos, con The Jimi Hendrix Experience: Are You Experienced (1967), Axis: Bold as Love (1967) y Electric Ladyland (1968), y no fue sino hasta que murió cuando llegó la avalancha de aclamaciones sobre su virtuosismo y la veneración por su legado. Luego de esto, su historial discográfico se robusteció hasta sobrepasar una veintena de títulos, entre rarezas, lados B, conciertos y acoplados.

Biógrafos, historiadores y melómanos atribuyen a Jimi, hijo de padres en situación económica precaria, y con hermanos con quienes tuvo serios desencuentros, un talento excepcional para interpretar rock and roll y blues en tono eléctrico y para darle vibración coherente a sonidos que parecerían distorsionados en su momento. Le encantaba su ukelele y, cuando viajaba, buscaba guitarras acústicas para explorar sus sonidos.

Fue pionero en Estados Unidos en aventurarse a tocar un instrumento con fuente de sonido electrónico sin temor y sin pensar en los puristas de la música, y le dio un vocabulario contundente al lenguaje de la guitarra ensamblada con el rock and roll.

Pero siempre hay un pero, incluso tratándose de una leyenda: las mujeres fueron su debilidad, y las drogas, su perdición.

Kathy Etchingham, Carmen Borrero y Monika Dannemann fueron algunos de los intereses románticos con los que fue vinculado y con quienes supuestamente tuvo relaciones extraintensas, tormentosas y hasta masoquistas. Le gustaba practicar lo que hoy se llama "relaciones abiertas" y participaba en intercambios de parejas y fiestas sexuales. Era un hedonista nato.

Varios medios afirmaron que con las tres hubo intercambios de golpes y manotazos, y que a través de los círculos sociales de las...

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