La dimensión estética del poder soberano en Giorgio Agamben

AutorMercedes Ruvituso
CargoCentro de Investigaciones Filosóficas, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Universidad Nacional de San Martín
La dimensión estética del poder soberano
en Giorgio Agamben
MERC EDE S RUVI TUS O
Centro de Investigaciones Filosóf‌icas
Consejo Nacional de Investigaciones Científ‌icas y Técnicas
Universidad Nacional de San Martín
mercedesruvituso@gmail.com
Resumen: El presente artículo aborda el problema de la imagen en el pen-
samiento de Giorgio Agamben desde la perspectiva abierta por Homo sacer
(1995), es decir, en relación con los conceptos de soberanía y vida desnuda,
con la f‌inalidad de analizar la relación entre política y estética en el f‌ilósofo
italiano.
Palabras clave: Agamben, imagen, soberanía, dispositivo, homo sacer
Abstract: This paper focuses on the concept of image as articulated in Giorgio
Agamben’s Homo sacer (1995) —i.e., in its relationship with the concepts of
sovereignty and bare life— in order to throw light on the connection between
aesthetics and politics in Agamben’s thought.
Key words: Agamben, image, sovereignty, apparatus, homo sacer
Con la publicación de Homo sacer. Il potere sovrano e la nuda vita
(1995), el f‌ilósofo italiano Giorgio Agamben dio a conocer una investi-
gación —que prosigue hasta la actualidad en una serie de seis libros—1
cuyo horizonte de trabajo, como él mismo anuncia en pocas palabras,
se propone “repensar todas las categorías de nuestra tradición política a
la luz de la relación entre el poder soberano y la vida desnuda” (Agam-
ben 1996, p. 10).2Este trabajo se propone interpretar lo que Agamben
identif‌ica como la “estructura originaria” de la política, la excepción
1La serie “Homo sacer” consta actualmente de siete libros: Homo sacer. Il po-
tere sovrano e la nuda vita (1995) —que luego de la aparición de los siguientes
volúmenes pasó a llamarse Homo sacer I—; Quel che resta di Auschwitz. L’archivio
e il testimone. Homo sacer III (1998); Stato di eccezione. Hom o sacer, II, 1 (2003); Il
Regno e la Gloria. Per una genealogia teologica dell’economia e del governo. Homo sa-
cer, II, 2 (2007a); Il sacramento del linguaggio. Archeologia del giuramento. Homo
sacer, II, 3 (2008b) y, por último, los recientes Altissima povertà. Regole monastiche
e forma di vita. Homo sacer, IV, 1 (2011) y Opus Dei. Archeologia dell’uff‌icio. Homo
sacer, II, 5(2012).
2Las referencias bibliográf‌icas remiten en todos los casos a las ediciones en su
idioma original. En cuanto a las traducciones al español de las obras de Agamben,
sólo empleamos las que hemos traducido, conjunta o individualmente, y que ya han
sido publicadas. En los otros casos preferimos traducirlas para el presente trabajo.
Diánoia
, volumen LVIII,número 71 (noviembre de 2013): pp. 105–125.
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soberana, a partir de un concepto que hasta el momento no se ha consi-
derado central en ningún estudio sobre la f‌ilosofía política del autor: el
concepto de imagen. En primer lugar, a través de un panorama general
del modo en que la noción de imagen aparece en la obra de Agamben,
se propondrá def‌inir la imagen en términos de lo que denominamos
el “dispositivo imagen-exposición”. En segundo lugar, se mostrará el
modo en que este dispositivo surge en el centro de las investigaciones
de Homo sacer I. Por último, el propósito de mostrar la centralidad del
concepto de imagen específ‌icamente en relación con la teoría del po-
der soberano permitirá arrojar una nueva luz sobre la cuestión de la
relación entre la estética y la política en el pensamiento del autor.3
1 . E l problema de la imagen
Una primera dif‌icultad que presenta el concepto de imagen en la obra
de Agamben es que recorre de diversos modos y asociado a diferentes
problemas toda la obra del autor. El siguiente ejemplo podría ilustrar
esta cuestión; en el catálogo de una exposición del pintor Ruggero Sa-
vinio (Roma, 1990), Agamben escribe:
Toda investigación sobre el problema de la imagen, antes que nada, debe
comenzar por reconocer que este término, en nuestra cultura, es la de-
signación de algo imposible. La imagen, en efecto, es el lugar donde la
metafísica occidental ha intentado solucionar su enigma propiamente cen-
tral: la unión de lo sensible y lo inteligible, de lo múltiple y de lo uno.
Es por ello que la imagen lleva en sí misma una dualidad irreductible y
originaria: ella es, por esencia, aquello que es repetible y reproducible,
pero, al mismo tiempo, ella es la aparición de algo único. (Agamben 1998,
pp. 138–139)
La esencia de la imagen, continúa el autor, no reside en ninguno
de los dos términos, ni en lo repetible ni en lo único, y menos aún en
3En relación con este punto es necesario señalar que ya una serie de tr abajos
ha abordado la cuestión de la estética en el pensamiento político del autor. En
algunos autores se retoma la crítica temprana a la época de la estética en relación
con el concepto de espectáculo (cfr. Costa 2011, Castro 2008 , De la Durantaye
2009); en otros se discute la posibilidad de identif‌icar algún tipo de rasgo estético
en algunas de las categorías políticas de su propio pensamiento, como la inf‌luencia
de la estética kantiana en el uso del concepto benjaminiano de “medio puro” y
de “decisión” de C. Schmitt (cfr. Morgan 2007, Weber 2006) o la posibilidad de
pensar la teoría del poder de Agamben desde la crítica al “romanticismo político”
schmittiano (Luisetti 2011), y, f‌inalmente, también se ha negado la posibilidad de
entender cualquier tipo de “esteticismo” en la política de Agamben (Galindo 2003).
Diánoia
, vol. LVIII,no. 71 (noviembre de 2013).

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