El teatro como cura

AutorJuan Carlos Sagredo

Con 26 años de edad, Jessica Cortéz estuvo a punto de despedirse del mundo: una grave volcadura la dejó en estado de coma por varias horas, poco después sabría de la larga rehabilitación que tendría por delante.

La joven actriz, egresada del Centro de Educación Artística José Clemente Orozco, no volvería al escenario, según el diagnóstico médico. Irónicamente sería el teatro, la exploración física y la narración de historias lo que le devolverían la salud y la necesidad de compartir sus hallazgos con otros enfermos.

"Me detectaron una lesión cerebral que había que tratar con radioneurocirugía, es decir que iban a operarme, yo por mi parte realicé todas las rehabilitaciones sugeridas por los médicos", relata.

"Pero además continué con ejercicios de teatro y lectura, lo que aceleró el proceso de curación".

Cortéz asegura que a sus 30 años de edad lleva una vida saludable y plena. La sensación de confusión, la falta momentánea de respiración y la cotidiana perdida del equilibrio, que padecía luego del accidente automovilístico, han desaparecido sin necesidad de someterse a una intervención quirúrgica.

Esta dura experiencia ha impulsado a Cortéz en la búsqueda de una metodología de rehabilitación que conjugue la escénica narrativa y la ciencia conductual, proyecto que ha comenzado a cristalizar en los departamentos de Psicología de la Unidad de Asistencia para Indigentes (UAPI).

"Estamos haciendo una rehabilitación artística para el tratamiento y el acompañamiento de los adultos mayores en situación de abandono, muchas de estas personas fueron abandonadas por sus familias, principalmente porque sufren algún trastorno mental", explica la joven.

El proyecto lleva como...

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