{De tal madre, tal hijo}

AutorNayeli Estrada y Teresa Rodríguez

Sus caminos están unidos no sólo por genética y apellidos, sino por pasión y profesión.

Celebramos este 10 de mayo con cuatro historias de orgullosos hijos de su madre y de madres que quieren gritar a los cuatro vientos: "ese es mi hijo".

MARICÚ ORTIZ Y MARICÚ SÁNCHEZ-MAGALLÁN, DEL CENTRO DE ARTES CULINARIAS MARICÚ: LAS REPOSTERAS

¿Cómo se unen sus caminos de forma profesional?

Maricú S: Estudié administración de la hospitalidad, en la Ibero, y justo estaba en la carrera cuando mi mamá iba a sacar un libro. Empecé a involucrarme muchísimo, no en la cocina, porque no soy chef, pero sí durante todo el proceso y me gustó trabajar con ella. Después de hacer mis prácticas, dije para qué busco, si esto está padrísimo.

Maricú O: Fue su elección, como papás somos del estilo de dar libertad para elegir. Ella ha traído crecimiento, nuevos proyectos y mucha ayuda para organizar lo que yo tenía como Dios me daba entender; porque yo la parte administrativa, la hacía a fuerza. Fue básica para crecer, abrir la sucursal en las Lomas y ahora tenemos un proyecto de escuela en línea.

Es padre contar, en todos sentidos, con una hija.

Algún recuerdo especial

Maricú S: Los cumpleaños. En mi fiesta o cualquier ocasión especial, tenía que haber un pastel hecho por mi mamá. Y eso viene desde mi abuela.

Maricú O: Tengo dos hijos, Jorge y Maricú; mi marido es abogado, y ellos siempre decían que no iban a ser ni abogados ni chefs, lo tenían muy claro. Hoy, Jorge es abogado; Maricú está conmigo y los dos lo hacen muy bien en su trabajo.

Esos rasgos de tu personalidad que reconoces en tu hija

No puedo decir que vea muchos. Somos muy diferentes, incluso físicamente, aunque hay muchas cosas aprendidas, en gestos y movimientos.

Parte de que no le gustara ser chef es que no puedes tener el pelo largo, las uñas pintadas, usar zapatos de tacón, cosa que a mí no me importa, pero Maricú es elegante, bien vestida. Es una persona de carácter fuerte y a mí, las decisiones fuertes me cuestan.

Esos rasgos con los que dices: "soy hija de mi madre"

Soy muy diferente, pero en lo que me parezco mucho es en que platicamos de más. Echamos choro y explicamos a detalle, en vez de hacerlo concreto; yo siempre molesto a mi mamá: "dí lo que tienes que decir" y, al final, acabé haciendo lo mismo.

¿En qué coinciden fácilmente y en qué difieren con frecuencia?

Maricú S: Coincidimos mucho en los sabores y productos que ella y el equipo crean, en lo que hay que afinar; eso fluye fácil y encontramos rápido el punto.

Y en lo que no, es que yo creo que mi mamá es demasiado buena, noble, en el sentido de la organización y la administración. Ella nunca tuvo una estructura, para ella todo fluye; yo soy más cuadrada en establecer reglas y límites.

Si tu hija fuera un postre...

Un pastel de chocolate. No creo que sea su favorito, pero un chocolate potente, de muy buena calidad y sabor, la representaría muy bien, desde la elegancia y la presentación hasta esa parte de tener carácter.

Si tu mamá fuera un...

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