Sustentabilidad en las empresas transnacionales

AutorCarlos E Pacheco Coello
Páginas115-131

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8.1 INFORMES DE SUSTENTABILIDAD Y TRANSPARENCIA EN LA RENDICIÓN DE CUENTAS DE LAS ORGANIZACIONES

En este capítulo analizaremos el informe de sustentabilidad bajo los lineamientos de la Iniciativa Global de Informes de Sustentabilidad (Global Reporting Initiative o GRI, por sus siglas en inglés) y preguntaremos si se puede considerar este instrumento voluntario como lo suicientemente robusto y comprensivo para contribuir, de manera signiicativa a la transición hacia la sustentabilidad.

Sustentabilidad

Existe un creciente consenso de que el cambio climático representa la amenaza más grande que jamás haya enfrentado la humanidad. En su informe de 2013, el Grupo de Trabajo I del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) declaró en su resumen para los tomadores de decisión que:

El calentamiento del sistema del clima es inequívoco y, desde los años 1950, muchos de los cambios ocurridos no tienen precedente en décadas… La atmósfera y los océanos se han calentado, las cantidades de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado.

(IPCC, 2013).

La evidencia cientíica sobre el deterioro de los ecosistemas de la tierra, presentada en los últimos informes del IPCC de 2013 y 2014, es clara y deja muy pocas dudas acerca del origen antropogénico de los problemas. Es decir, ya no se puede argumentar en contra de la existencia de una estrecha relación entre las actividades humanas, particularmente en los últimos 250 años, y las condiciones que hoy amenazan la sobrevivencia de la civilización como la conocemos hoy. Entre ellas se destaca la sobreexplotación de los recursos naturales, la acelerada disminución de la biodiversidad, la creciente escasez de agua y las consecuencias potencialmente catastróicas del cambio climático que afecta a todo el orbe. En particular, es este último fenómeno, derivado de la acumulación de gases de efecto invernadero por la combustión de energía fósil, el que podría alterar de forma irreversible el equilibrio ecológico de la tierra, creando condiciones a las cuales difícilmente podrán adaptarse los humanos.

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LAS FINANZAS Y LOS NEGOCIOS INTERNACIONALES, SU IMPACTO EN LA COMPETITIVIDAD

Ante un reto de tal magnitud, es necesario preguntar, ¿qué tan adecuadas son las respuestas de los gobiernos, las empresas y los ciudadanos? Desde hace tiempo se escucha un nuevo discurso que plantea el desarrollo sustentable como el camino a seguir. Sin embargo, después de décadas desde la aparición de este término en el Informe Brundtland de 1987, que lo deine como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin poner en riesgo la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades” (WCED, 1987), es válido preguntar, ¿qué tan realista es la posibilidad de implementar el desarrollo sustentable en la práctica, en una escala lo suicientemente grande como para modiicar la trayectoria actual de la humanidad? (The Worldwatch Institute, 2013).

Es importante enfatizar que no hay consenso acerca del signiicado del concepto de sustentabilidad. Literalmente, la palabra sustentable signiica “algo que dura en el tiempo”. Pero lo importante es saber y poder deinir ese “algo”. Si ese “algo” es “la posibilidad de que los humanos y las otras formas de vida podrán lorecer en la tierra para siempre”, como propone Ehrenfeld (2008, p.6), primero hay que entender cuáles son las condiciones necesarias para lograr tal lore-cimiento y luego investigar si se cumplen en la actualidad; de no ser así, hay que averiguar qué se necesita hacer para crear tales condiciones. Esto es lo que ha tratado de hacer el IPCC con sus evaluaciones e informes periódicos.

Aunque en esencia los resultados no han cambiado desde las primeras publicaciones, estos son cada vez más contundentes y mejor fundamentados. Desde hace tiempo sabemos que, como quedó establecido en la “Evaluación de los Ecosistemas del Milenio” (2005): “estamos gastando más capital natural del que poseemos”. Sin embargo, cada actor e institución sigue interpretando el término de sustentabilidad, según sus intereses, como se puede observar con la cantidad de términos que han surgido para referirse a ello, por ejemplo, “la triple línea de lotación” (Elkington, 1997), “compañía sustentable”, la “responsabilidad social corporativa” etcétera.

En particular, existe una diferencia enorme entre lo que entienden por sustentable las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y las empresas privadas. En general, las ONG como World Wildlife Fund (WWF) han entendido que el desarrollo solo puede ser sustentable si el crecimiento económico no excede la capacidad de la tierra de regenerar los recursos naturales, proveer los servicios ambientales y absorber los desechos (WWF, 2013). El énfasis del trabajo de las ONG ha sido el de fomentar una distribución más equitativa de los recursos y de las oportunidades entre las diferentes generaciones y entre los distintos grupos sociales, así como de promover la autolimitación de las necesidades humanas y la reducción del consumismo.

En oposición, las grandes corporaciones interpretan la sustentabilidad de una manera mucho más limitada: principalmente en términos económicos-inancieros, con énfasis en el uso racional de los recursos, el re-uso y reciclaje de los materiales y la conversión de los desechos en materia prima, como en el modelo de ecología industrial que se ha logrado en Kalundborg, Dinamarca (Pinzón - Latorre, 2009). Es esta visión reducida de las corporaciones que ha provocado mucha crítica de la sociedad civil y ha impulsado la búsqueda por encontrar nuevos instrumentos y estrategias capaces de acelerar el proceso de cambio de las organizaciones hacia la sustentabilidad.

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CAPÍTULO 8: SUSTENTABILIDAD EN LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES

8.2 CAMBIO CLIMÁTICO Y UN FUTURO DE CRECIENTE INCERTIDUMBRE Y RIESGO

Se sabe que el cambio climático (atribuible a las actividades humanas por encima de la variabilidad natural) es provocado por la combustión de materiales fósiles como el carbón, gas y petróleo. La combustión de estos materiales genera energía, pero produce gases como el bióxido de carbón, metano y óxido nitroso que se liberan a la atmosfera donde aumenta su concentración. El incremento en la concentración de estos gases, denominados Gases de Efecto de Invernadero (GEI), es que no permiten que escape fácilmente el calor generado, lo que provoca un incremento en la temperatura de la supericie de la Tierra. La evidencia cientíica sugiere que las consecuencias para los humanos podrían ser mayores o menores dependiendo del grado de este aumento.

Los cientíicos insisten en que, para evitar impactos irreversibles y catastróicos, se debe procurar limitar la elevación de la temperatura de la tierra en dos grados Celsius como máximo. Sin embargo, alcanzar esta meta implica reducciones de alrededor de 80% en las emisiones de GEI en las próximas décadas, lo cual parece poco probable en la actualidad. En caso de experimentar un aumento mayor en la temperatura, los últimos informes cientíicos advierten de un probable incremento en eventos climatológicos extremos, con impactos severos.

Precisamente, en el informe del IPCC Climate Change 2014 Impacts, Adaptation, and Vulnerability (IPCC, 2014) se destaca el costo social y económico que provocará en el futuro el cambio climático y busca identiicar aquellas situaciones en las que no será posible adaptarse al cambio climático por lo que los daños serán inevitables. El mismo informe señala que la adaptación es una opción sólo si se fortalecen los esfuerzos por mitigar el cambio a través de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que son la causa principal. Sin embargo, hasta la fecha y a pesar de todos los discursos oiciales al respecto, no se percibe ninguna disminución absoluta en las emisiones totales de GEI liberados a la atmosfera.

En 2013 la concentración de CO2 llegó a 400 partes por millón por primera vez y, sin un cambio en la trayectoria de “business as usual” de las actividades antropogénicas a nivel global, los cientíicos predicen que en este siglo hay altas probabilidades de que se experimente un aumento de entre 3 y 4 grados Celsius (IPCC, 2013, p.19).

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LAS FINANZAS Y LOS NEGOCIOS INTERNACIONALES, SU IMPACTO EN LA COMPETITIVIDAD

Figura 2: La temperatura promedia combinada de la tierra y del océano, 1850 a 2012.

No se puede sobreestimar el nivel de incertidumbre que acompañaría un escenario de un aumento de más de dos grados Celsius en la temperatura de la supericie de la Tierra. Los costos de todas las actividades económicas se elevarían de manera radical tanto para los gobiernos, como para las empresas y los consumidores inales, con un alto riesgo de conlictos y descomposición social. Es precisamente esta incertidumbre y alto nivel de riesgos que mantienen preocupados a los gobiernos y a la iniciativa privada en todo el mundo, motivándolos a buscar posibles soluciones. Una propuesta, que ha sido bien recibida por muchas personas como un paso inicial en la transición hacia un mundo menos riesgoso y más equilibrado, son los informes de sustentabilidad.

8.3 INFORMES DE SUSTENTABILIDAD

Los informes de sustentabilidad son los documentos publicados por las organizaciones sobre los impactos económicos, sociales y ambientales que provoca dicha organización al realizar sus actividades cotidianas. También proporcionan información sobre el modelo de gobernanza que utiliza la organización y la estrategia que ha establecido para moverse en la dirección de la sustentabilidad. El propósito de estos documentos es facilitar la toma de decisiones y demostrar al

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CAPÍTULO 8: SUSTENTABILIDAD EN LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES

mundo, particularmente a las partes interesadas, tanto internas como externas, las credenciales de la organización en...

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