Subterráneo / No es para tanto

Son tan poquitos los logros del gobierno federal en materia de seguridad pública, que no sorprende lo felices que están por haber agarrado a uno de los Arizmendi.

Toda persona en su sano juicio también lo celebra, sólo que también sabe que no es para tanto. Que se atrape a un peligroso criminal y se lo someta a la justicia, es bueno e importante, sólo que de ahí a creer que se trata de un logro trascendental que prueba que ahora sí ya la hicimos, que estamos a un pasito del estado de derecho y a partir de mañana la seguridad será una realidad, es exagerar mucho el asunto.

No obstante, en los pasillos de la Secretaría de Gobernación y en los de la Procuraduría General de la República -que ya casi parecen ser la misma dependencia-, eso es lo que se cree y eso es lo que se dice.

Sólo que falta chico rato para que sea cierta cualquiera de esas cosas, y viendo el conjunto del problema, haber agarrado a Aurelio Arizmendi no quiere decir nada. Y no sólo porque el otro hermano, Daniel, el más peligroso, siga estando huido, sino más bien por todo el montonal de los que faltan.

Sólo es cuestión de echar cuentas. Mire: en 1996, último año del que se tienen noticias, la PGR consiguió aprehender a un poquito más de veinte mil presuntos responsables por un crimen. Como son bien chambones para eso de presentar las pruebas, se les fueron más de la mitad y acabaron presos nueve mil y pico. Para ser exacto: 9,202.

Sólo que los veinte mil eran apenas el 7.7 por ciento de los 260,540 delitos federales que hubo ese año. Así que agarraron a veinte mil, pero se les fueron la friolera de 240 mil. Si se ve...

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